Siberian Iris, 2004 - RAYMOND HAN
A ti madre,
siempre en mi memoria
Desde el hondo vacío de mi vientre
en este gris amanecer de diciembre,
vuelves a elevarte entre las sombras
para abrazarme con tu mirada.
Surtes en mis sueños
colmando de luz la madrugada,
alumbrándola de fértil
y cálida matriz que es génesis
de mi simple y llana vida.
colmando de luz la madrugada,
alumbrándola de fértil
y cálida matriz que es génesis
de mi simple y llana vida.
Te vuelvo a dar las gracias
por el pasado, por el futuro
y por el aliento de cuanto
ahora llevo entre mis manos.
por el pasado, por el futuro
y por el aliento de cuanto
ahora llevo entre mis manos.
Hoy, desde esta distancia
y este intangible tiempo
que me ha tocado vivir,
después de un año de tu partida,
sigo afirmando que sólo muere
quien muere en el olvido.
y este intangible tiempo
que me ha tocado vivir,
después de un año de tu partida,
sigo afirmando que sólo muere
quien muere en el olvido.
Bellísimo poema a la madre, tu madre (el amor más puro e incondicional). Sólo mueren, los que son olvidados.
ResponderEliminar¡TE DESEO UNA FELIZ NAVIDAD Y UN EXCELENTE AÑO 2010!
Un fuerte abrazo.
un abrazo
ResponderEliminarPreciosos versos para esa mujer que dándote la vida te dio también, la posibilidad de ser el poeta que sos.
ResponderEliminarHermoso homenaje, una caricia al alma de quienes no tenemos nada que ver con nada. Si pudiera leerlo seguramente no podría dejar de abrazarte.
Sólo muere quien muere en el olvido, que afirmación más acertada.
Cariños!
Precioso recuerdo.
ResponderEliminarAbrazos.
Presente mi alma,mi ser
ResponderEliminary tú lo sabes.
Las madres no deben partir
Mientras ellas mueran,no podré creer!
En cas he encendido una candela
junto a la que llevo,otra para ella!
besos Noray!
... está claro que sigue viviendo en ti...
ResponderEliminarbesos
Recuerdo que pocos días antes, yo pasaba por tus blogs por primera vez.
ResponderEliminarSé que ahora la herida sigue roja, pero está cosida.
Y sabes, tienes razón, que vivimos en el recuerdo de los que nos aman. ¡y cuanto se ama a una madre¡...
Pero yo creo que somos más efímeros aún. Que algunos piensan que si alcanzan la "historia", alcanzan la eternidad, porque siempre serán recordados. Pero no es cierto. Sólo se recuerdan sus nombres, sus hechos, o sus artes. ¡Pero la persona no¡. ¿Quién recuerda hoy a Cervantes? ¿Quién es Cervantes?....Tenemos su obra, recordamos que existió, pero a Miguel no le recuerda nadie.
Muchos besos amigo.
Y precioso homenaje. Y el cuadro...maravilloso...
querido amigo
ResponderEliminar... en este funesto aniversario
me viene otra vez a la mente
el poema de Grisélidis Réal...
Toda la vida te he buscado
Te encontré
para poder perderte
y decirte,
al fin, te quiero.
un fuerte abrazo
Aunque pensándolo bien...puede que haya mucha gente que ame a Cervantes, como yo adoro a Lorca...aunque no sé si el Lorca que yo amo, es el mismo Lorca que existió.....
ResponderEliminarEn fin...dudas....y preguntas...
Más besos
Bello poema poeta.. me ha dejado la pintura esa sensación de una tranquilidad infinita..
ResponderEliminarUn gusto leerte Maestro.
Paso a dejarte mis Saludos de siempre Fraternos..
¨Navidad es el tiempo para la nostalgia de cuando niño, corría por el cielo, y creciendo se perdieron las estrellas, que iluminaba de ilusión el provenir.
Mayor nace la esperanza con los hijos compartiendo la ilusión de iluminar el firmamento con la luz de su cariño, y el cielo reencuentra su belleza, cubriendo al mundo de esperanza en el mañana.. de paz solidaria entre los pueblos. y amor¨
Adolfo Payés.
Te deseo que tengas una fiestas navideñas y de año viejo.. maravillosas con tu familia..
Un abrazo
Saludos fraternos.
Que disfrutes del fin de semana..
Hermoso y profundo en tu sentimiento más verdadero, que sin lugar dudas vive en tí, está latiendo en tu pulso.
ResponderEliminarCON LÁGRIMAS EN MI ALMA, PRECIOSO POEMA PARA MAMÁ,LA ECHO DE MENOS. CADA VEZ LA QUIERO Y ENTIENDO MÁS. ME ENCANTARÍA QUE ESTUVIERA ENTRE NOSOTROS. LE AGRADEZCO MUCHÍSIMO LO QUE SOMOS.
ResponderEliminarUN ENORME BESO PARA ELLA Y PARA TI.
Su mirada se clavo en tus ojos y nunca se irá.
ResponderEliminarMientras tu vivas ella estará a tu lado en cada celula de tu sangre, en tu memoria la recrearás.
La mía se me fue hace hace 30 años y su rostro quedó grabado en mi mente de forma imborrable.
Tanta entrega y dedicación fisica no la volvemos a encontrar en nadie más.
Así nos quedamos huerfanos cuando se van.
Un fuerte abrazo
Llene su memoria todos los vacíos de su ausencia.
ResponderEliminarUn abrazo.
las terribles navidades nos asolan de recuerdos tristes, sin embargo tu poema es en realidad un canto a la vida, más allá del dolor por la muerte.
ResponderEliminarUn abrazo
En estos días, siempre pedimos y prometemos... pues entonces que cada deseo sea una flor, cada dolor una estrella y cada lágrima una sonrisa.
ResponderEliminarMis mejores deseos de armonía y paz interior.
MentesSueltas
Los que llevamos dentro nunca se van... sólo se nos muere un poquito el alma cuando parten...
ResponderEliminarSaludos y un abrazo enorme.
He llorado contigo,
ResponderEliminarayer, hoy, mañana,
cada día que ha pasado desde aquel
19 de Diciembre.
Sólo añadir.. que ojalá..
ojalá cuando yo muera,
alguien me recuerde
como tú la recuerdas a Ella.
Te abrazo My Noray.
Sshhh..
Basta silenciar, cerrar los ojos y sentir a los que partieron.
ResponderEliminarMuy emotivo.
Un abrazo.
Buen hijo y estupendo poeta, amigo. ¡Qué duro es perder a la madre! Nunca podremos agradecer la vida que creó, nuestra vida. Un abrazo muy fuerte, acompañándote en el desasosiego de nuestra incapacidad para revertir las cosas.
ResponderEliminar¡Qué razón, querido amigo!... "sólo muere quien muere en el olvido" Ojalá seamos capaces de dejar también nosotros esa vela encendida y que jamás se consuma.
ResponderEliminarUn abrazo.
Me gusta todo el poema, pero los dos últimos versos son poesía, son sentencia, son presagio, son reales como la vida misma, son GENIALES.
ResponderEliminarBesos
Narci
Un abrazo, Jose.
ResponderEliminarPerdí a mi padre, y no quiero imaginar la pérdida de mi madre... Estoy tan delicada de salud, que a veces, sólo pienso en que lo último que quisiera es morir yo antes que ella, y dejarle el dolor profundo que queda por la pérdida de un hijo. Prefiero sufrir yo, mil veces, que verla a ella sufrir. Tu poema, bello, y tu sentimiento, amoroso, como debería ser siempre con una madre.
ResponderEliminarUn abrazo fuerte