“Soy el que es nadie, el que no fue una espada
en la guerra. Soy eco, olvido, nada.”


JORGE LUIS BORGES

lunes, 9 de noviembre de 2009

La sombra del Flatiron

The Flatiron, 1905 - EDWARD STEICHEN

Un colibrí multicolor
cruza Broadway Avenue
y planea en círculos concéntricos
sobre la sombra del Flatiron,
cuando la primera luna de verano
desprende una luz de fuego
sobre las rosaledas de cristal,
que se alzan al atardecer
con una pátina que bruñe el aliento
y refleja el firmamento en mi mirada.

Entre los pétalos deshojados de las rosas
relumbra Time Square en la distancia,
como un espejo de tornasol
que va cambiando de color
en las aristas de mi memoria,
y detrás de la arboleda perdida
de la pomposa Five Avenue
se abre, como un oasis, Central Park
frente al Dakota Building
y, sentado en un banco del paseo
escucho a Lennon cantando Imagine
junto al Strawberry Fields Memorial,
vuelven a florecer los cerezos.

9 comentarios:

  1. ¡¡Yo quiero ser YANKI y vivir en New York¡¡¡

    Veremos que dice el destino.

    Besos..besitos

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  2. ¡Qué buena descripción y qué poéticos recuerdos! Visité la primera vez Nueva York con mi hijo Fernando y luego volví varias veces, visitándolo por última vez unos meses antes del atentado brutal de las torres gemelas. Tu poesía es muy buena y me ha producido mucha nostalgia, aún viviendo cerca del Nueva Yorh español. Un abrazo, poeta.

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  3. Y florecen los cerezos poeta..
    Un poema hermoso... Maestro..

    Un abrazo
    Saludos fraternos

    Que tengas una semana excelente.

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  4. Ha sido un bonito paseo de la mano de tu poesía
    Besotes

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  5. Sublime, Noray y Liza, que buen viaje!
    Abrazo grande!!!! y gracias...

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  6. Un hermoso paisaje urbano, con un tinte de nostalgia muy logrado, Noray.

    Una forma diferente de pasear... y viajar.

    Un beso, poeta.

    Soledad.

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  7. Precioso paseo por New York, en las alas de ese colibrí viajero. He deseado estar sentada en el banco viendo florecer los cerezos.

    Un abrazo.

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  8. Yo también he vuelto a florecer mientras te leía.

    Qué grande eres noray.
    Me llenas de vida.

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  9. Bruñir el aliento... ¡qué bien!

    El comienzo del poema es fantástico.

    Besos.
    ...:o)... y el resto, también.
    Laura

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Inexorablemente, dos somos infinitamente más que uno.