“Soy el que es nadie, el que no fue una espada
en la guerra. Soy eco, olvido, nada.”


JORGE LUIS BORGES

martes, 8 de septiembre de 2009

Simiente de la existencia (A José María Millares Sall)

Retrato de José María Millares – MANOLO MILLARES

A José María Millares Sall
-

Regreso de nuevo al alba,
vengo desde la noche fúnebre
alumbrado con antorchas
que desprenden un humo denso
de lavas encendidas.

Acudo a mi patria
desde la desnudez de mi palabra
ante el rumor lejano
del Oráculo de Delfos
y me diluyo en mi isla.

Sólo necesito arar mis manos
para que la lluvia serena
penetre gota a gota
en los orificios de las rocas
donde nace la simiente de la existencia.

12 comentarios:

  1. Un placer ,como siempre.

    El agua hace maravillas.

    Tu escribes como el agua.

    Mi saludo desde Argentina.Liliana

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  2. Bellísimo poema, y bellisimo homenaje.

    Un abrazo
    Marian

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  3. Cuando muere un poeta, una estrella se apaga.
    Hoy en Las Palmas llora el barrio de Vegueta.
    Un beso

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  4. Es terrible perder a un amigo y dolorosísimo perder a un poeta de la talla de josé María Miralles. Que Dios le gurade para siempre. Un abrazo solidario.

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  5. sentidas palabras le has bordado
    a este hijo de la poesía
    hoy brilla una estrella nueva
    en el cósmos de la palabra

    un abrazo de paz
    y un beso de luz para ti

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  6. Un bello homenaje,
    sentidas palabras
    para el amigo y
    poeta.

    Un abrazo

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  7. Hola Noray:
    Me encanta el sentido reconocimiento a tu amigo poeta, y al amigo de todos, porque la poesia obra esa magia.
    Tus versos son de una solemnidad que impresiona y que atrapa. Me ha gustado mucho. Un abrazo:
    Tadeo

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  8. él vuelve de nacer en nuestras manos...en tus manos...
    si lo necesitas, ara tus manos....me encantó la magnitud y esplendor de este verso...una sóla línea me ha commovido la despedida de este amigo...
    ara, hasta que la línea de la vida se torne infinita..

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  9. Tristes nacen los versos cuando muere un poeta.

    Un abrazo, amigo.

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  10. Es.. de los más bonitos que te he leído.
    Te abrazo Maestro de los maestros.

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Inexorablemente, dos somos infinitamente más que uno.