La Voix des Airs, 1931 – RENÉ MAGRITTE
Hoy puede ser la última vez
que vea el cielo surcados de esferas,
por fin suelto el cabo de este noray
amarrado al viejo muelle del Atlántico,
y navego solo hacia mi propio futuro.
Continúo sentado en mi nube cristal,
y pasan ante mí todos los astros del cosmos
con las espaldas cuajadas de silencios,
regresan al lugar donde no existen las palabras,
donde vive el eclipse en la soledad eterna.
preciosas las esferas, suelta el cabo y vuela, volar nos enseña a vivir. Genial otra vez, y cuantas van ya? UN abrazo.
ResponderEliminarEl cielo , verso esfera que nos atrapa para escribir los mejore versos del cielo mismo de tu alma. poeta..
ResponderEliminarsaludos fraternos
un abrazo poeta
que tengas un buen fin de semana, poeta
¡Ay Noray!, por el título pensé que te alejas de la blogosfera, menos mal que no es asi, que se trata de un poema de los tan bellos que tú sabes hacer, ya me he quedado tranquila.
ResponderEliminarUn besazo.
"y pasan ante mí todos los astros del cosmos "
ResponderEliminarAmigo, los planetas, este universo, existe de verdad?
saludos!
Una hermosa forma de soltarse y volar... con tus versos.
ResponderEliminarUn beso, poeta.
Soledad.
Poema visual, en el cual se puede verte marcharte en una de esas esferas...
ResponderEliminarEspero que sea por poco tiempo cielo!!!
ResponderEliminarNo es que no te quiera ver libre... es que desde tu noray escribes tan bello!!!
Pero cada tanto esta bueno soltarse!!!
Disfruta...
Besos cielo, llenos de luz para ti!!!
Soltar cabos, salir, partir, patear tableros, irse, saber que siempre se puede volver... en definitiva, ser libres en la mayor medida que se pueda.
ResponderEliminarMuy bueno
Magah
A veces, soltar el noray que da refugio y soltarse a navegar a solas, es necesario para reconocerse a uno mismo.
ResponderEliminarPero ¿sabes? en la espalda de los planetas, no hay silencios...
Un beso grande.
Me consuelo viendo que aquí nos regalas, parte de tu Retorno a Itaca.
ResponderEliminarRealmente, no sé si regresamos-pues mi identifico contigo, esa búsqueda del yo-, a ese Itaca, o debemos partir desde él hacia otros mares, otras tierras, otras almas..., otros lugares...que nos completen. Aunque, puede que tú, te hayas enriquecido tanto, que sólo necesites retornar a tu Itaca.
Me quedo, ¿vuelvo a repetirme?, asombrada en tu verso, recostada, nutrida...Te expresión vale su peso en oro dentro de mi corazón, que te escucha, y te lee atento a todas tus señales.
Volveré, si, volveré a surcar tus mares.