“Soy el que es nadie, el que no fue una espada
en la guerra. Soy eco, olvido, nada.”


JORGE LUIS BORGES

viernes, 13 de febrero de 2009

El silencio se hace carne


Métamorphose d'une larme d'or, 2008 - LUKÁS KÁNDL

El silencio no es ya silencio,
el silencio se hace carne,
como una esquirla rota
en el yunque de los eternos amantes,
como la metamorfosis surgida de la fragua
ante el sutil cortejo de las lágrimas,
como la cruda nieve
en la umbría incandescente
de mi aliento yermo,
como la desmesura
contenida en la densidad
de mis propias palabras.

11 comentarios:

  1. ES carne, siempre nos acompaña poeta...


    saludos fraternos

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  2. El silencio, a veces, deja de ser silencio, para oirse en lágrimas, para escucharse en voces.

    Un beso y feliz tarde.

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  3. Rompimos el silencio con unas palabras que nos hicieron escuchar nuestro silencio.
    Un poema que nos ayuda a reflexionar.
    Un abrazo

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  4. el silencio es carne que muerde

    hoja afilada y piedra

    música oculta en la densidad de las palabras


    un abrazo

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  5. Quizás fue un amor mudo, hasta que aprendió las palabras correctas...

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  6. Retorno a tu Noray, procedente de Itaca.
    Me enternece tu forma de escribir..."sin palabras", excelente la música, tú bien sabes como adoro la clasica.
    Un placer para los sentidos visitarte amigo y muchas gracias por lo que tú bien sabes.
    Hasta pronto.

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  7. Un placer leerte, sentirte.

    Y disfrutar de esa música preciosa que acompaña siempre a tus poemas.
    Gracias por hacer esta tarde, una tarde deliciosa.
    Un beso.

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  8. Espectacular, Noray.
    El silencio se hace carne y habita en nosotros.

    Un beso grande.

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  9. Carne y sólo carne.
    Que se atraganta en soledad.

    Saludos.

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  10. el silencio es todo eso

    y además promotor de

    todo el encanto de tu

    poesía,tus silencios

    siempre poblados de

    gran elocuencia...

    besos

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  11. - Y como duele el silencio, nos va arrancando como un ave de caroña esa piel que alguna vez amo tanto. Hermosos versos, crudos pero hermosos. Ade

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Inexorablemente, dos somos infinitamente más que uno.