Nuestra vida
es como un mar,
como un lago,
como un río,
como un inmenso
océano.
océano.
Nos enamoramos
siempre
de la otra orilla
y nunca nos decidimos
a cruzarla.
A veces,
como canta Drexler,
brilla la luz
al otro lado del río.
...y con el tiempo
ResponderEliminarse cruzan mares y ríos,
los océanos parecen pequeños
y los amores desteñidos!
ay el tiempo!
♥♥♥besos♥♥♥
bello, aleteo por tu espacio y me llevo ternura gracias un saludo...
ResponderEliminarY a veces cruzas el río y no era tan bello como estar en la otra orilla. Y con el paso del tiempo, cada vez es más difícíl volver.
ResponderEliminarYo regresé antes de que el tiempo me cubriera demasado.
Un abrazo amigo.
El anterior comentario es mío. ALAS es un nuevo blog, que forma parte de un proyecto para fomentar la afición a escribir en mi pueblo.
ResponderEliminarUn saludo
A veces nuestros charcos
ResponderEliminarson enormes océanos...
Te dejo un pedacito de un tema de Drexler que me gusta mucho...
"No somos más
que una gota de luz,
una estrella fugaz,
una chispa, tan sólo,
en la edad del cielo..."
Un beso*
desde la otra orilla...
Yo me enamoré de la otra orilla crucé, y volví corriendo. Una ola salvaje me trajo de vuelta. Saludos!
ResponderEliminarEs precioso. Besos.
ResponderEliminarAveces brilla esa luz del otro lado... pero muchas brilla del mismo, solo que no lo vemos, no lo vemos...
ResponderEliminarbesos
A veces,
ResponderEliminaraunque brilla la luz
queremos estar ciegos.
Un abrazo
si tú no te atrevieras a cruzarla
ResponderEliminarpodría nadar yo y atravesar las corrientes que te separan de la otra orilla para llevarte sobre mi espalda.
aunque a veces.. nadar a contracorriente es lo único que nos hace ser más fuertes.
ya sabes que mi último verso del dia siempre lleva el tinte de tu voz.
un abrazo.. pequeño GRAN Noray.
Me gustó la referencia a Drexler, porque su canción pasará a la historia.
ResponderEliminarSiempre hay otro lado del río. Para bien o para mal. Dos orillas, dos caras de una moneda.
Así es la vida.
A veces la oscuridad nos anilla las muñecas, y la luz es fugaz y caprichosa... difícil elección.
ResponderEliminarCariños.