Soliloquio, 2004 - JUAN GENOVÉSQuiero contar
una historia
de enamorados.
Érase una vez,
un suspiro rojo
con una capa negra
entre las manos,
un suspiro
que a su novia buscaba
y nunca la encontraba.
Un día, soñando
por la mañana, temprano
se encontró
con su amada
vestida de blanco.
Era una rosa
blanca de espinas,
que estaba llorando.
El rojo suspiro
se levantó
y le preguntó
¿A quién estás buscando?
Ella, entre llantos,
le respondió:
¡A mi amado!
Para que su pañuelo
de pura seda
me enjugue el llanto.
Entonces,
los dos se tomaron
de la mano,
se miraron fijamente
y se besaron.
Sus labios,
como eran tan frágiles
y sensibles
se quedaron pegados.
La otra noche los vi...
y aún se estaban besando.
¡Que delicado, bello y tierno este poema!
ResponderEliminarSiempre es agradable encontrarse un pétalo tan suave.
Un beso.
Soledad.
Leí y me enamoro otra vez de un pasado entrañable...y cuando volví y vi el título concido en que no hay más exactitud que esa adolescencia....ahi se quedo prendido un amor asi en mi corazón y a veces me alumbra más de lo debido....
ResponderEliminarme suena a cuento encantado, a suspiro rojo perdido en aquellos años, cuando éramos aprendices incansables de amor
ResponderEliminarprecioso, amigo
un abrazo
Tengo problemillas para seguir el ritmo en esto del blog. Lo he explicado en mi desván.
ResponderEliminarAsí que quería avisarte para que no vayas a pensar que me olvidé de ti. Ni mucho menos.
Espero volver pronto y que tanto ajetreo termine cuanto antes.
Un abrazo enorme, cuídate mucho y espero que sepas perdonarme.
La simple belleza que cuenta el poema...
ResponderEliminarUn abrazo
Si hablas de amor y de besos
ResponderEliminarme elevas a las alturas
lo mismo que tus versos
me inspiran gran ternura
te espero siempre
al otro lado del deseo
besos..besos. y besos
me encanta tu sueño...
ResponderEliminarsaludos desde "enfrente"
bonita rosa roja.
ResponderEliminarbonita historia de amor.
bonita caricia.
un abrazo