“Soy el que es nadie, el que no fue una espada
en la guerra. Soy eco, olvido, nada.”


JORGE LUIS BORGES

jueves, 12 de junio de 2008

Sombras de olivos

Olivos, 1889 - VINCENT VAN GOGH

El frío abandona el jardín de las camelias,
germinadas en la punta del alfiler de tu solapa.
El mediodía se vuelve crepúsculo de algas y cenizas
y el jardín florido se torna erial con sombras de olivos.
Alcanza el crepúsculo el último dique seco,
sin faro de guía en esta arboleda de viento y sal
que el fuego del estío quiebra la quietud del aire.
En un instante, el crisol de las ramas vomita savia de sangre
e incendia las raíces de la rosa de los vientos.
Mi vista es patria de agrias palabras
forjadas entre las viejas arcillas de la noche.
El silencio vuelve a franquear los restos del vergel 
y debajo del olivo, entre cadáveres de magnolias y azucenas,
se asoma una frágil y delicada violeta sangrante, 
herida de muerte por el dolor de los siglos.

9 comentarios:

  1. Una cálida brisa acaricia con su luz la sombra de estos olivos.

    Tu mirada azabache los protege del viento.

    Sus ramas verdes están pletóricas
    de alegría.

    Un beso.

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  2. un viento frío me ha recorrido mientras te leía... un incendio de frío sintiendo el dolor de los siglos...

    un abrazo

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  3. oh el tremendo sentido

    de lo amado,lo perdido

    siempre se mezclan en ti

    magnolias y azucenas

    noches con espera,

    azabaches...agrias

    palabras de arcilla

    alfarero de la poesía

    modesta violeta

    Te descubrirá el día

    en su honda algarabía

    y siento que te perderé cual

    verde ciprés del cementerio,

    junto amis sueños muertos,

    bajo los olivos cenicientos

    pero siempre vivos!

    ♥♥♥besos♥♥♥

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  4. Fecundo olivo del que tales violetas surgen.
    Feliz la mirada que lo sabe ver.

    Un abrazo.

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  5. Porqué será que la deseperanza nos vence.

    Saludos

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  6. Poeta, florida y bella es tu poesía!!!
    Maravillosa!!! y que placer leerte.
    El primer verso es sublime, realmente lo es...y Madame Butherfly de fondo...

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  7. Y la Azucena sintió mis deseos
    de morir por seguir viviendo,
    quería vibrar y sentir en mí
    cálidos vientos de amor en celo.

    Os espero siempre al otro lado del deseo

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  8. Evocas al árbol de mi tierra, al milenario olivo que cubre los campos de gran parte de mi Andalucía.
    A la sombra de los portadores del oro líquido, cualquier cosa es posible.
    Leerte en dicho paraje, sería sin duda un privilegio.
    Un abrazo y cuídate.

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  9. A ustedes

    Y el frío, indiferente,
    franquea el vergel
    y debajo del olivo,
    entre cadáveres
    de magnolias y azucenas,
    se asoma una frágil
    y delicada violeta,
    sangrante y herida de muerte
    por el dolor de los siglos.

    Y en los pétalos
    se refleja la vida entera,
    como una nube volandera
    surcando nuevos horizontes
    en el firmamento azul.

    Y la sangre derramada
    es un río de esperanza
    que corre a la mar
    para fundirse en el alma
    con olas de plata.


    Un abrazo

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Inexorablemente, dos somos infinitamente más que uno.