Sobre la pared golpean las horas de un reloj metálico
que marca las cuatro de la madrugada.
Estoy solo ante esta larga mesa
sobre la que yacen un sinfín de palabras escritas
en el blanco impoluto de mi pantalla.
Son ya las cuatro y media y continúo impávido,
tecleando fútiles letras, porque esta agria noche
las gráciles musas me han abandonado
en el sonido melancólico de una trompeta
que resuena doliente en mi corazón.
yo las veo, te miran y te susurran que hoy tienes que hablar de ellas...
ResponderEliminarno tan agria, no tan noche
las veo y están contigo
un abrazo
Noooo
ResponderEliminarNo pueden abandonarte,
tú eres el cronopio mayor
y los famas no te arrebatan
contigo se agrandan,crece la
imaginación,te rodeamos
te queremos te atraemos
todos queremos aportarte
de las musas la dulce
y cálida armonía que crees
desaparecida,trompeta
dolida que quiere que reaccione
tu cronopio mayor,tu genio
tu encendido corazón!
♥♥♥besos♥♥♥
Y, como lo dice Serrat... andarán de vacaciones.
ResponderEliminarHola Noray!
Siempre te leo por ahí y hoy quise venir a conocerte y a traerte un poco de mi luz para iluminar el blanco de tu pantalla.
Yo me maravillo de todos ustedes, poetas, que de tanto leerlos hasta me he contagiado y algo salió alguna vez de mí, queriendo parecerse a una poesía.
Desde el otro lado del gran charco, allende la cordillera de los Andes, te dejo un cariño.
BACI, STEKI.
Noray... Un consejo: hay musas que no son musas, son arpías que se apoderan de la pantalla en blanco hasta las 7 de la mañana.
ResponderEliminarPero, ¡ay!, tienen ese algo tan placentero...
Un abrazo.
PD: Alberto = Caperucito L.
ResponderEliminar;)
Noray...
ResponderEliminarDebo estar alucinando
porque yo las veo
las oigo...
Puedo sentir su canto
melancólico...sí
pero canto al fin
besos
Las musas andan girando, las veo en tus poemas todo el tiempo...
ResponderEliminarUn abrazo
Gracias por pasar por mi blog y tus palabras .... espero verte pronto de vuelta...
ResponderEliminarsiempre vuelven,vuelve la noche,el día,y la marea...ellas también volverán...
ResponderEliminarconfía,espera...
Un beso!
Después de una ausencia imprevista, vuelvo a leerte, Noray. Hermosos tus poemas. ¿Cómo pueden abandonarte las musas si todos son perfectos?
ResponderEliminarUn beso.
Soledad.
Me encanta.....pasas de la lujuria a lo racional mezclandolo con lo cotidiano de una forma genial en tus dos últimos poemas.
ResponderEliminarSaludos conversos
Camille
ResponderEliminarLa musas siempre están, lo que falta algunas veces es las ganas de trabajar.
Un abrazo.
Mía
ResponderEliminar... pero a veces es necesario parar, respirar profundo, dejar que pase la tormenta, y luego emprender el trabajo de nuevo.
Un beso.
Steki
ResponderEliminarGracias por recalar en mi puerto y amarrar en mi noary. Yo de lo que sigo maravillándome es de que haya gente que me lea.
Un abrazo.
Alberto, alias Caperucito Lorca
ResponderEliminarLo sé, pero creo que esas son las más interesantes, al menos son las más transgresoras.
Un abrazo.
Nochestrellada
ResponderEliminar... ahora sí las veo, están en tu comentario.
Un beso.
Claudia
ResponderEliminarGracias por indicarme el camino de las musas y por tu fiel comentario.
Un beso
Agatho
ResponderEliminarEs un placer leerte a diario.
Un abrazo.
Glora
ResponderEliminarNo es cierto,
no siempre vuelven.
Al menos yo no te veo
a diario.
Un beso :-)
Soledad
ResponderEliminarEspero que tu repentina ausencia no haya sido motivada por problemas graves. Eres demasiado complaciente, ¿realmente crees que todos son buenos? Hay de todo, como en botica.
Un beso
Cemanaca
ResponderEliminar... así es mi vida, como la de casi todos, unas veces aspira el cielo y otras arde en el infierno.
Un abrazo.
Como en tu poema, es una imagen tantas veces vivida, las musas nunca se van, solo hay que invitarlas a un cafe y puede que despues hasta arregles la vida misma.
ResponderEliminarTe dejo un beso
Cromática
ResponderEliminarGracias por amarrar en mi noray. Es cierto, un buen café o un té, compartido es el mejor remedio para conquistar el co-razón de las musas.
Un beso.
Me extraña que te abandonen las musas, compañero.
ResponderEliminarAdemás, ¿quién dice que las necesites?
Tu talento no precisa de ayudas.
Eso sí, intenta dormir más. Je, je, je.
Un abrazo y cuídate.