Étude de mouvement, 1939 - VICTOR VASARELY
Estos acordes que escucho en la distancia,
son la obertura de la ópera de mi vida;
una agreste partitura de quebrados intervalos
escrita en pentagramas,
donde las claves se suceden según la tesitura
que señala la frontera entre el ser y la nada.
Mi lánguida aria es sólo un lied
Estos acordes que escucho en la distancia,
son la obertura de la ópera de mi vida;
una agreste partitura de quebrados intervalos
escrita en pentagramas,
donde las claves se suceden según la tesitura
que señala la frontera entre el ser y la nada.
Mi lánguida aria es sólo un lied
que ha ido in crescendo
para convertirse en la escala cromática
de la fuente de mi existencia.
Ahora, más allá del ecuador de mi vida,
se me hace difícil entonar un nuevo canto,
otra melodía repleta de sonidos y silencios,
que se pueda representar como una gran ópera
sobre el escenario cotidiano,
donde se enfrentan mi muerte y mi vida.
para convertirse en la escala cromática
de la fuente de mi existencia.
Ahora, más allá del ecuador de mi vida,
se me hace difícil entonar un nuevo canto,
otra melodía repleta de sonidos y silencios,
que se pueda representar como una gran ópera
sobre el escenario cotidiano,
donde se enfrentan mi muerte y mi vida.
quizá no sea el escenario cotidiano el mejor espacio para representar una ópera
ResponderEliminar... cuando se hace el silencio reaparece su esplendor
me ha encantado ese paralelismo que has creado entre vida y ópera (obertura y aria)
tu canto está presente y es audible... siempre
un abrazo
mis aplausos por tu hermosa voz
ResponderEliminary mi ánimo para tu ópera...
un beso
Me costo entenderte... pero lo logre ... Hermoso.
ResponderEliminarpostrada a tus pies
ResponderEliminaresperando lánguida aria
como se espera en el ecuador
de tu vida y de tu muerte
así espero yo tímidamente
ver la frontera entre el ser
y tristemente la nada!
♥♥♥besos♥♥♥
La metáfora de tu vida me ha encantado, el relato, porque esta ópera si ha estado cargada de dramatismos que creo han intensificado tu voz, aunque a veces no lo perciba quien canta.
ResponderEliminarUn beso
¡¡¡ SIMPLEMENTE BELLISIMO¡¡¡
ResponderEliminarNoray, tu canto está bien, tal vez puedas matizarlo o retocarlo,cromatizarlo y adecuarlo, tal vez por haber llegado al ecuador de tu vida cosechando aplausos y habiendo fijado el rumbo, pero no cambiarlo... aunque, no sé yo una lánguida aria como sonaria a rimo de batucada... jeje.
ResponderEliminarprecioso poema Noray
Un beso
Camille
ResponderEliminarGracias por tu "crítica musical". La vida siempre es como una ópera, unas veces ópera buffa y otras trágica o romántica.
Un abrazo.
Hawwah
ResponderEliminarMuchas gracias, te hago tres saludos de reverencia.
Un beso.
Agatho
ResponderEliminarGracias por atracar en el puerto y amarrar en mi noray. Espero volver a verte.
Un saludo.
Mía
ResponderEliminarTu voz de soprano lírica
capaz de engendrar
a una Micaëla de Carmen
o a la Pamina de la Flauta Mágica.
Siempre alegre para los demás,
con la tristeza acorralada
y escondida en el alma.
Tu voz de alondra enamorada
resuena en los atardeceres
y remonta el vuelo al alba.
Un beso.
Luna lunar
ResponderEliminarGracias por llegar hasta mi noray y dejar tan hermoso comentario. Yo creo que la vida nos intensifica, a pesar de los pesares, la voz a todos.
Un beso.
Mary
ResponderEliminarGracias por tu comentario. Serás siempre bienvenida.
Saludos.
Probablemente, una lánguida aria sonaría exquisita a ritmo de batucada. ¡Todo es cuestión de probarlo!
ResponderEliminarUn beso.
Versos a ritmo de acordes musicales en esta ocasión.
ResponderEliminarEl silencio lo destruyes a base del grito de tus poemas.
Mi aplauso lo tienes como sabes, así que tus fronteras están muy bien definidas y hay poco que lamentar.
Que te vaya bonito, Noray y cómo disfruto poniéndome al día con tu blog. Je, je, je.