“Soy el que es nadie, el que no fue una espada
en la guerra. Soy eco, olvido, nada.”


JORGE LUIS BORGES

miércoles, 28 de mayo de 2008

Otra luna rota



La mujer estrangulada, 1870 - PAUL CEZANNE


Este atardecer se desangra
en las aceras de todos los mares.

Puñales asesinos,
manos de amor vacías,
razón sin razón,
ojos sedientos de sangre,
corazón negro de espinas,
animales llenos de rabia…

y en las aceras de todos los mares
se desangra otra luna lila
en aterradora soledad.

En este atardecer de luz, mientras escribo,
en algún lugar de la sombra,
otra luna rota
estará ardiendo en el espejo
de un cuchillo de plata.

No aguanto el silencio cómplice,
ni el exterminio de esas azucenas
que se sajan antes de florecer.

No quiero seguir viviendo
entre esta niebla de cadáveres,
que me ahoga las entrañas
de dolor e impotencia
en este infinito vacío.

Continúo rebelándome
a que mañana, quizás esta noche,
muera otra luna nueva
y de nuevo se apague la luz
entre las cenizas de mi alma.

17 comentarios:

  1. Ni una muerte más callada.
    ni una muerte más sin rabia.
    Por cada mujer muerta a manos de un hombre, volvamos a decir Ya Basta.
    Seamos valientes y hagamos visible nuestro rechazo.

    Un beso

    ResponderEliminar
  2. Tus letras desgarradas y Puccini en la voz de María me hacen llorar.

    Es tremendo el tema de la violencia, tremendo.


    Un fuerte abrazo poeta.


    MaLena.

    ResponderEliminar
  3. Todos nos rebelamos desde tus sentidos versos, amigo.
    Ni una más.

    Un abrazo.

    ResponderEliminar
  4. me rebelo contigo

    acompañado del poder y el sentir de tus palabras

    un abrazo

    ResponderEliminar
  5. Se puede decir más alto, pero no más claro. Lo que me maravilla es que hasta de temas tan delicados, sepas hacer poesía, en este caso para denunciarlos.
    En esta lucha, como en cualquiera en la que tú estés al frente, me tendrás de tu lado, Noray.
    Ahora y siempre, gritemos: NO A LA VIOLENCIA.
    Un abrazo, mi valiente amigo.

    ResponderEliminar
  6. ¿Cómo es posible fabricar belleza del horror? Sólo una persona con tu exquisita sensibilidad puede hacerlo, amigo.

    Ni una muerte más. Ni una.

    Un beso dulce desde Cádiz,

    B.

    ResponderEliminar
  7. Sasian

    Pero no basta, tenemos que ponernos en marcha. Sólo uniendo nuestras fuerzas podremos parar esta barbarie sin sentido.

    ResponderEliminar
  8. Querida Malena

    Lo último que quiero, desde mi humilde noray, es hacerte llorar. Si es así, dejaré de escribir con estos argumentos y suprimiré la música de Puccini. Tú tienes derecho a ser feliz y yo no soy nadie para impedírtelo.

    Un beso.

    ¡Alma grande!

    ResponderEliminar
  9. Ybris

    Ni una más,
    y son miles,
    son miles
    en una caracola
    de negro nácar.
    Ni una más,
    y son millones,
    en todo el planeta
    con las miradas ciegas
    y los corazones de humo.
    Ni una más,
    y yo,
    y tú,
    y él,
    y nosotros,
    y vosotros,
    y ellos,
    seguimos vivos.

    Un abrazo maestro

    ResponderEliminar
  10. Camille

    Gracias. Sólo así será posible acabar con esta eterna lacra de la humanidad.

    Un abrazo.

    ResponderEliminar
  11. Alatriste

    ¿Cómo no utilizar la poesía para intentar acabar con esta vergüenza atroz? Como decía el gran Gabriel Celaya, la poesía es un arma cargada de futuro.

    Cuando ya nada se espera personalmente exaltante
    mas se palpita y se sigue más acá de la conciencia,
    fieramente existiendo, ciegamente afirmando,
    como un pulso que golpea las tinieblas,

    cuando se miran de frente
    los vertiginosos ojos claros de la muerte,
    se dicen las verdades:
    las bárbaras, terribles, amorosas crueldades:

    Se dicen los poemas
    que ensanchan los pulmones de cuantos, asfixiados,
    piden ser, piden ritmo,
    piden ley para aquello que sienten excesivo.

    Con la velocidad del instinto,
    con el rayo del prodigio,
    como mágica evidencia, lo real se nos convierte
    en lo idéntico a sí mismo.

    Poesía para el pobre, poesía necesaria
    como el pan de cada día,
    como el aire que exigimos trece veces por minuto,
    para ser y en tanto somos dar un sí que glorifica.

    Porque vivimos a golpes, porque apenas si nos dejan
    decir que somos quienes somos,
    nuestros cantares no pueden ser sin pecado un adorno.
    Estamos tocando el fondo.

    Maldigo la poesía concebida como un lujo
    cultural por los neutrales
    que, lavándose las manos, se desentienden y evaden.
    Maldigo la poesía de quien no toma partido hasta mancharse.

    Hago mías las faltas. Siento en mí a cuantos sufren
    y canto respirando.
    Canto, y canto, y cantando más allá de mis penas
    personales, me ensancho.

    Quisiera daros vida, provocar nuevos actos,
    y calculo por eso con técnica, qué puedo.
    Me siento un ingeniero del verso y un obrero
    que trabaja con otros a España en sus aceros.

    Tal es mi poesía: Poesía-herramienta
    a la vez que latido de lo unánime y ciego.
    Tal es, arma cargada de futuro expansivo
    con que te apunto al pecho.

    No es una poesía gota a gota pensada.
    No es un bello producto. No es un fruto perfecto.
    Es algo como el aire que todos respiramos
    y es el canto que espacia cuanto dentro llevamos.

    Son palabras que todos repetimos sintiendo
    como nuestras, y vuelan. Son más que lo mentado.
    Son lo más necesario: Lo que no tiene nombre.
    Son gritos en el cielo, y en la tierra, son actos.

    Un fuerte abrazo.

    ResponderEliminar
  12. Guinda de plata

    Belleza es la que escribes tú cada día, yo, por mi parte, sólo quiero que cese este eterno dolor que llevo dentro. ¡Quizás sea un egoista!

    ResponderEliminar
  13. noray...

    Unirnos si y gritar

    tú la voz del dolor

    en la bandera de tu poesía,

    nosotros,encarnadas rebeldías

    al paso del injusto arrebato

    que se sigue produciendo día a día!

    Andando pues y a vencer

    este horrendo fenómeno,

    que no deja de crecer!

    ♥♥♥besos♥♥♥

    ResponderEliminar
  14. Mía

    No es hora
    de silencios,
    ni es hora
    de palabras.

    No es hora
    de gritos,
    ni es hora
    de rabia.

    Es hora,
    como escribió
    Gabriel Celaya,
    de tomar partido
    hasta mancharse.

    Un beso.

    ResponderEliminar
  15. Mi querido poeta, como mujer y poeta, gracias por la belleza de tu poema!!! cuantas palabras armoniosamente ubicadas para protestar dulcemente contra la violencia...
    Un abrazo

    ResponderEliminar
  16. Claudia Isabel

    No me des las gracias. Es un deber moral y, sobre todo, una necesidad que llevo dentro. Creo que, después de haberle contestado a Mía, sobra cualquier aclaración más.

    Es hora,
    como escribió
    Gabriel Celaya,
    de tomar partido
    hasta mancharse.

    Un abrazo.

    ResponderEliminar
  17. Como mujer, gracias por este post..

    Ni una más...

    besos

    ResponderEliminar

Inexorablemente, dos somos infinitamente más que uno.