La verdad

La Vérité, 1870 – JULES JOSEPH LEFEBVRE

La verdad,

dulce como el almíbar
o amarga como la hiel,
siempre nos duele

y nos late en la sienes,

aunque el dolor

nos rompa en mil pedazos.

Son tantas las verdades,

tamizadas por tantos cristales

multiformes y multicolores,

quizás demasiadas verdades

reflejadas en mil espejos deformes

que nos distorsionan la realidad.

Quizás no exista la verdad,

pero tenemos que buscarla.

Tú ya sabes

Tema cieco, 1984 - GIANNI DESSÌ

Tú ya sabes

que el silencio

se torna en susurros,

en rumores,

en secretos,

en palabras que anidan

en el fondo del alma

y planean en cada verso.

Tú ya sabes

que el silencio

es de puro azul

y, como las estrellas,

resplandece en la nada.

¡Qué gran ilusión es ser niño!

L'enfant au tablier ou la petite fille a la robe rouge, 1899 - MAURICE DENIS

Ya se va

para el olvido tu cara,

corre, huye...

va a refugiarse

allá, al barranco

de los sentimientos.

Me paro,

veo a los niños jugar 

a dar vueltas a tu cara, 

y renace por un momento

el ayer, el hoy...

tal vez el mañana.

¡Qué gran ilusión

es ser niño!

Buscar preguntas,

respuestas...

y otras que nunca

se contestan.

Búcaro de silencios

Fronda, 2006 – SEMA CASTRO

Un silencio azul y tibio

brota en la noche negra,

mientras el aliento

se deshoja entre las redes

de los papeles de la nada,

donde la existencia

sólo es una roca nevada,

una simple flor de arcilla

germinada por las cicatrices

del aguacero.

Un búcaro de silencios,

de lirios y retamas,

arde en la sangre oxidada

y mi herida erecta

reposa sobre la estéril hierba,

donde se enhebran los fonemas

para alumbrar las palabras

que destilan en tu boca

la caricia del viento.

Gracias por todo

Lirios y rosa, 1977-1980 ANTONIO LÓPEZ

A mi madre.

 Fallecida el Viernes 19 de Diciembre de 2008, 

después de una larga y penosa enfermedad.

No puedo llorar más,

mis lágrimas se secaron

en este diciembre estéril

en el que ha quedado 

varada mi alma.

Cinco largos años

de cruel agonía

y todavía me duele

que te hayas evaporado

como el agua del océano.

Ya no podremos oír más 

óperas ni zarzuelas,

ni habrá más tardes 

para escribir poemas

sentado junto a ti.

Te has marchado 

con una leve sonrisa,

sin más notoriedad

que un gracias por todo

entre tus lívidos labios.

Hoy mi alma está quebrada,

el dolor retuerce mis sienes,

y mi corazón desgarrado,

aunque sé que tu sufrimiento

ha terminado en este mundo.

A partir de ahora, madre,

si es que puedes oírme,

quiero que sepas

que te llevaré en mi memoria

 todos los días de mi vida.

Agujeros en el alma

Nou forats, 1987 - MIQUEL BARCELÓ

La nada está aquí mismo,

anidando en nuestra memoria,

enredándonos en este inmenso vacío

en el que hemos construido

la vida del ser humano,

repleta de simas

y de agujeros en el alma,

abandonándonos a nuestra suerte

y a la más grande desolación.

Interrogantes

Laberintos, 2004 - ALBERTO PANCORBO

Cuántos interrogantes

se nos cruzan siempre

en nuestra memoria

y no encontramos solución.

Cuántos interrogantes

se nos adentran en la vida

que nos llega de improviso la muerte

y todavía estamos dudando.

Cuántos interrogantes 

comienzan con la muerte

y las respuestas continúan 

soplando en el viento.