Tu presencia ausente

Presencia en el vacío, 2007- CONSUELO MARIÑO

El amor se va y vuelve.
Renace de las cenizas
entre las brasas de un deseo
que nos estalla en la médula.
Como un boomerang
que vuela en el vacío
entre la sangre y la memoria.
Agoniza de eternidad
entre abrazos y besos
de tu presencia ausente.

Me entrego al fuego

Broken forms, 1914 - FRANZ MARC

Voy al mar y a tierra regreso,

vengo del aire y me entrego al fuego.

Sólo soy un lunático

que acaricia el umbral del mar

en la plenitud de la vida

con el espanto en mi espalda desnuda.

Mi piel es un gran páramo

que la tierra ha hecho cenizas

y el sudor de mi frente

se ha convertido ya en resina.

Vivo en una febril grisura

y mi aliento es la célula

que germina el aire

dormido en el crepúsculo.

Sólo me queda segar las espigas

y quemarme en el fuego

con los sedimentos de la gloria

que laten en el silencio.

Voy al mar y a tierra regreso,

vengo del aire y me entrego al fuego.

Como una ola

Ola, 2003 - JOSÉ VIERA

Sólo es posible desnudarse de palabras,

vestirse enteramente de silencios

para volver a nacer desde dentro,

porque una palabra es como una ola

que avanza lentamente en el océano del silencio,

hasta romper con fuerte ímpetu 
en los acantilados de la soledad.

Para siempre en ti

Silences, 2001 – MARÍA AMARAL

Ser una derrota,

un instante eterno

que agoniza.

Ser solo polvo

sin llegar a ser tierra,

un simple sueño

sin llegar a florecer.

Ser un beso eterno

para siempre en ti.

Recuérdame

Nude, 1957 – DAVID HOCKNEY

“Escribo en el olvido

en cada fuego de la noche”

JUAN GELMAN

Acuérdate de mí,

cuando el silencio estalle en la noche

y la luna no encienda ya las palabras,

cuando de mi vientre brote el dolor

y se me enrede, como una hiedra,

entre las raíces del alma.

Recuérdame,
piensa en mí alguna vez,

cuando el olvido comience a florecer

en el fondo de mi mirada,

cuando de nuevo encuentres otros brazos

en los que volver a ser amada.

Sin más ataduras

Face à face, 2006 - LUKÁS KÁNDL

No, no quiero que te sientas sola,

no quiero que rompas tus palabras

y que te cubras de silencios.

No, no quiero que te sientas fría

y que en las largas noches

te asomes al abismo.

No, no quiero que te colmes de temores,

no quiero que te anegue la nostalgia

ni que te devores en el infierno.

Yo sólo quiero que vueles alto,

que vueles libre y ligera, sin más atadura 

que tus propias manos y tus versos.

En el Exilio

La Expulsión del Paraíso, 1424/1428 - MASACCIO

En el exilio he cultivado caricias
forjadas de fuego y sueños,
que enhebran alas de cristal.
He moldeado espinas de silencios,
como palabras fetiches
de mi propio olvido.
En el exilio he enterrado el lastre de mi alma
para dejarla volar libre
en la distancia.