Lectio, 2006 - DINO VALLS
¿Cómo se puede echar de menos lo que se lleva dentro?
GIOCONDA
ESTHER IMPARATO
Sentimos un vacío interior,
un pálpito desacompasado
que nos deja exhaustos en el día a día.
Vemos solamente la sombra
a pesar de que ésta se alimente de la luz.
Escuchamos el silencio,
sin detenernos a pensar jamás
que es la matriz de la lengua,
el alma donde está prendida la carne.
Maldecimos el devenir del tiempo,
sin aceptar que la vida
solo tiene un camino de ida sin retorno.
Nos vemos solos ante el mundo.
Nos retorcemos el vientre en la noche.
Buscamos sin contemplación
la piel de la ausencia
en la herida abierta de la soledad.
Noray, hace siglos que no hablamos, pero como cada noche recupero una poesía o un fragmento de alguna de mis poesías para colgarlas en mi muro de Facebook, suelo verte en los preciosos comentarios que me dejabas. Espero que todo te vaya muy muy bien. Si tienes FB, búscame si te apetece por Laura Ysustartas, así, todo junto. Besos desde, ya sabes, el sur del sur. Belén.
ResponderEliminarBien etiquetado por ti: Verbo de ausencia.
ResponderEliminarGracias José Alberto, por este poema que retuerce el vientre.
Un abrazo infinito.
Hay ausencias a las que nunca
ResponderEliminarnos llegamos a acostumbrar.
Un abrazo