Amor volat undique - ROBERTO FERRI
Quédate.
No te vayas
esta larga noche.
Úngeme con la luz
de los últimos versos
antes del amanecer.
Quédate.
No me condenes a vivir
sin sueños.
No me dejes a solas,
supurando el silencio
por los poros de la piel.
Qué triste ruego y qué bello poema!!!
ResponderEliminarTe abrazo fuertemente, Noray.
Alas.
Toda una suplica de amor la de tus versos… llenos de sentimientos.
ResponderEliminarUn fuerte abrazo para ti, poeta.
Muy bello como siempre da gusto leerte. Abrazo.
ResponderEliminarQué triste
ResponderEliminarBesos
quédate!!!
ResponderEliminarese grito que precede a la soledad
ese lamento de lo que se aleja
triste y tan grande súplica!
hermoso y desolador Noray… besos
que fuerza, me encanta la entonación,
ResponderEliminardice todo.
un abrazo
Noray, amigo, admirado poeta: Es verdad que llega un momento en que no podemos vivir sin sus últimos versos. Nos sostiene el amor, pero el amor verdadero está construído con versos y cuando éstos se van parece que se nos acaba todo, la poesía, el amor y la vida. Un fuerte abrazo.
ResponderEliminarChorrea humanidad!
ResponderEliminarAmigo Noray, no estas solo. El amor y la belleza de tus versos te acompañan.
ResponderEliminarUn fuerte abrazo.
El mismo grito, la misma petición... Cómo somos los poetas, siempre con el miedo a que la poesía nos deje, siempre con esa sensación de estar escribiendo el último verso, siempre caminando por el borde del abismo de la soledad, porque ¿puede haber algo peor para un poeta que descubrir que la poesía le ha abandonado?
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