Boats at Vernazza, 2009 – LEIF
NILSSON
Aquel día se apagó el lenguaje
y no quedó más que una simple palabra
sobre las ascuas del silencio.
Dejó de doblar el carillón del tiempo
en los antiguos corredores de la memoria,
pero continuó latiendo el corazón del verso
al contemplar la última puesta de sol
y la salida de la luna
y la salida de la luna
sobre el cielo de Vernazza.
Triste y bello poema.
ResponderEliminarPero la poesía,sobrevivirá siempre para iluminar con sus rayos de luz.
Un saludo
FINA
El latido de estos versos
ResponderEliminartienen un lenguaje
especialmente bello
y éste no se apaga
palpita fuerte.
Un abrazo para los dos.