ICARO suite op.236 - JOSÉ LUIS MUÑOZ
que una y otra vez quema las alas
y se precipita en el limbo de la noche
hasta desplomarse en tierra.
Mis arterias laten siempre a deshora,
en espera de otra luz, menos negra,
que tiña nuevamente de rojo
la sangre de mi cuerpo.
Esta oscuridad absoluta
dura ya demasiado tiempo.
Demasiado tiempo anegado de palabras
que sólo supuran silencios.
No sé si este delirio,
si esta negra escarcha de fuego
que me recorre las vertebras día y noche,
podrá asir la luz del futuro.
A veces para volar es necesario romper las alas, si es que estas pesan demasiado. A veces la luz llega con más intensidad después de la noche oscura.
ResponderEliminarMe agrada tu capacidad de asombro, eso nos mantiene vivos.
ResponderEliminarNo existe la derrota mientras la palabra Futuro siga avanzando. Es necesario precipitarse a tierra de vez en cuando, es una forma de cambiar abruptamente la perspectiva para recomenzar.
ResponderEliminarMuy hermoso, poesía e imagen van de la mano.
Abrazo
Anouna
Se siente angustia en tu poema, pero no deja de tener belleza.
ResponderEliminarUn abrazo