Rosa ensangrentada, 1930 - SALVADOR DALÍ
Hay noches que quiebran el horizonte
antes que el sol atraviese el océano
y alumbre el paso de las olas.
Hay sueños en los que muere el eco
entre los fogonazos del silencio
a la espera de otra palabra fugaz.
Hay noches de densa niebla
y la luz sólo es una débil hebra
asomándose a los poros de la piel.
Hay noches en las que la muerte
es un lobo solitario que con sigilo
nos va pisando los talones.
Hay sueños de eterna vigilia
donde la noche es siempre una rosa roja
en los labios furtivos de la luna.
Hay noches que quiebran el horizonte
antes que el sol atraviese el océano
y alumbre el paso de las olas.
Hay sueños en los que muere el eco
entre los fogonazos del silencio
a la espera de otra palabra fugaz.
Hay noches de densa niebla
y la luz sólo es una débil hebra
asomándose a los poros de la piel.
Hay noches en las que la muerte
es un lobo solitario que con sigilo
nos va pisando los talones.
Hay sueños de eterna vigilia
donde la noche es siempre una rosa roja
en los labios furtivos de la luna.
Precioso poema José Alberto. Captas con maestría un noche de vigilia. ¡Enhorabuena!
ResponderEliminarEs hermoso. Conozco esas noches, ..aunque también las temo.
ResponderEliminarUn abrazo.
La noche es muy extraña, amigo. Atrae y repele. Si no se duerme, todo se engrandece. Y al dormirse también se engrandecen los sueños. La noche es terriblemente mágica.
ResponderEliminarQué versos tan puros encuentro siempre en tus poemas. Un abrazo
Hay noches que las impulsa un viento preñado de crepúsculos que nos deja en las llanuras eternas de la espera...
ResponderEliminarmj
Eres un poeta profundo, auténtico. Los versos nacen en tu interior y brotan pulidos como bellísimos diamantes que nos adentran, nos llevan a pasear por el paisaje sin horizonte de las emociones humanas
ResponderEliminarTu " noche" nos rebela la angustia del niño, el hombre que no se atreve a mirar dentro de si mismo
Besos