End of the Day, 1970 - JOHN KOCH
Hay días que se hacen noches:
eterno ocaso de espesa penumbra
que termina calcinándonos en soledad
entre las luces del olvido.
Hay noches que se hacen días:
largos momentos de luz esquiva
en las que nos devoramos en compañía
de nuestra efímera memoria.
Y soledades buscadas, bebiendo nuestra propia memoria.
ResponderEliminarMuy cierto, esos días y esas noches.
Un abrazo
A los días le suceden
ResponderEliminarlas noches,
ambos estadíos
de luces y sombras
que recorren
nuestros efímeros pasos.
Que seria de nosotros sin la memoria?
ResponderEliminarQue seria de los versos sin ella?
Hermosa memoria la tuya poeta
todo es cíclico...hasta los recuerdos se suceden en armoniosa traza de desmemorias varias.
ResponderEliminarY mañana amanece, seguro...de qué poblaremos nuestras vidas? quizás tengamos algo que ver con ello...eso me tranquiliza.
Una efímera memoria que es la propia historia realizada en cada momento de la noche y el día.
ResponderEliminarBello poema, Noray, un gusto leerte esta noche.
Abrazos
todas las ilusiones se nos escapan durante el dia y la noche...un bonito poema.....un abrazo
ResponderEliminarfus
Días y noches, luz y oscuridad, todo está, en realidad, en nuestro interior, en nuestra manera de percibir el mundo y de asumir la vida.
ResponderEliminarBuen trabajo.
Besos