La calidad del silencio, 1995 - MANOLO FUSTER
Regresa el viento del sur
en esta mañana gris de marzo
que ha ido cubriéndose de silencios
y desnudándose de palabras.
Los pájaros han desaparecido del jardín
y sólo se escucha, a lo lejos,
el rumor del viento, timbrando en el cielo
y entremezclándose con los primeros compases
del È strano… Sempre libera,
de La Traviata de Verdi.
de La Traviata de Verdi.
Todo luce una aparente calma,
aunque sé que en mi interior
está desatándose otra tormenta.
Avanza sosegada la mañana
mientras se anega mi cuerpo y mi alma
con la deslumbrante voz de la Netrebko
en el papel de Violetta.
Tendrías que ver mis brazos en este momento.
ResponderEliminarComo decía mi hija cuando era pequeña, tengo la piel de pie.
Un beso, querido Noray.
Ufff!!! Iba a decirte algo y me he olvidado. Se me ha ocurrido leer el comentario que te hace Amelia Díaz y............ ¡uff!, eso de que tengo la piel de pie y lo de los brazos...
ResponderEliminarEn todo caso, un un abrazo enorme desde este lado del mar, amigo.
Ojalá tengas donde guarecerte...
ResponderEliminarsuena, suena!!!
ResponderEliminarVeo que
ResponderEliminarLa Traviata
te ha inspirado
bellos versos,
sosiega y llena
los silencios
de palabras.
Un gran abrazo
Es tremendo ese contraste entre exterior e interior, calma y tormenta.
ResponderEliminarUn abrazo
Cuántas tormentas ya, Noray.
ResponderEliminarY las que nos quedan.
Un abrazo enorme, amigo.
Tormenta y calma, como si pudiesen ser parte de un mismo unísono dentro del corazón.
ResponderEliminarMe dejas hechizada, como tantas veces, entre versos y música.
Un beso
Noray, no se mucho de obras... perdona mi ignorancia como diría Borges, pero si se cuando las palabras me estremecen...
ResponderEliminarRecibe mi abrazo y solo recuerda que despues de la tormenta, llega la calma!!!
Mil besos de mi alma a la tuya!!!