En memoria de George Dyer (Panel central), 1971- FRANCIS BACON
Por este mar que navego
bordeando el vértigo de mi propio abismo,
sin otra pretensión que convertir el silencio
en palabras de un idioma sin artificio,
es cicatrizante de heridas
que supuran aún desde mi interior.
Continúo buscándome entre las aguas del océano
para liberarme de una vez de este lenguaje estéril,
que me sigue encadenando al pasado
y estrangula el presente apagando la luz del futuro.
Vuelvo sobre mis pasos al interior del espejo,
allí donde la luz se torna sombra.
Regreso de nuevo al principio de los tiempos,
a la génesis primigenia de la palabra virgen.
Busco la fuente del silencio
en las raíces desnudas que crecen en mi corazón
para forjar la memoria.
Regresa al azul entonces,
ResponderEliminaral de los primeros versos
que siempre fueron bellos
no por ser los primeros,
sino por haber roto el hielo
de ese mar que contenía
tus ansias de gritar.
Regresa al mar,
al que se agita
y al que se vuelve calma,
paz y soledad.
Regresa a mirarte
sin tener miedo de encontrarte
porque siempre eres poesía
y siempre eres verso,
porque siempre eres silencio
y estrofa en los labios
que no se atreven a hablar.
Te abrazo y te arrullo
con la espuma de un beso.
El mar es muy grande.
ResponderEliminarEnorme.
Pero el buen navegante nunca le teme
ni siquiera en el amplio silencio de la noche.
Y la búsqueda no cesa, y el mar es inmenso, y el silencio... ¡ay el silencio!
ResponderEliminarMagnífico, Noray.
Abrazo.
Es la luz donde te forjas, es en esa imagen reitarada donde tu voz emerge.
ResponderEliminarlindo poema noray!
Es la fuente del silencio
ResponderEliminarla cuna donde se forja
la esencia de uno mismo.
Un gran abrazo
Hay que nadar en la profundidad para encontrar un símbolo.
ResponderEliminarSiempre me voy fascinada de tu casa.
Un largo abrazo.
M.
Si pudiéramos forjar nuestra memoria todos, conoceríamos la felicidad en estado puro.
ResponderEliminarNo sé si tanto de golpe y sin costumbre sería sano.
Un abrazo.
La palabra y el silencio: dones y maldiciones del poeta. La búsqueda es incesante. La búsqueda es sostenida. No termina jamás. Si terminase, nos tragarían el mutismo y la sombra. Magnífico e incitante. Abrazo.
ResponderEliminarY en esa búsqueda nos vamos dejando la vida entera.
ResponderEliminarImpresionante poema, con un toque inquietante, que obliga a varias lecturas, para sacar lo máximo posible de sus versos.
Un abrazo, poeta.
allí comenzo toda aventura y toda vida...(mar)
ResponderEliminarpd...este poema dialoga muy bien con uno que hice y repuse ( Grito)...eso
ResponderEliminarbesitos de luz
¡Me encanta este poema!
ResponderEliminarBesos.
Laura
Sin duda eres Poeta.
ResponderEliminarHaces temblar la Tierra.