Mujer con cabeza de rosas, 1935 - SALVADOR DALÍ
Escucho en la noche
la voz de las rosas,
el eco que se oculta con sigilo
entre sus delicados pétalos,
esperando que florezca el silencio.
Me llaman a su encuentro las rosas
para ser comunión en el viento
allí donde germina la palabra,
donde el amanecer nace voz
y se hace cópula del silencio.
Es un juego de palabras muy sugerente entre las rosas y el silencio y ver como copulan al amanecer en comunión con el viento.
ResponderEliminar¡¡Desbordante imaginación!!
Realmente bello
La llamada de las rosas debe ser un dulce canto que al hacerse palabra, voz y cópula se transforma en silencio.
ResponderEliminarMuy bello, bordaste la rosa.
Un abrazo,
Esos antagonismos entre el silencio de la noche, la voz de las rosas; la luz y el atardecer; el amanecer, la noche... hacen que tu poema sea sutil, delicado, elegante. Me ha gustado.
ResponderEliminarSaludos cordiales
Ya simplemente el título, pone los pelos de punta.
ResponderEliminarMagnífica...
Blog III Encuentro Poesia en Red
ResponderEliminarhttp://iiiencuentropoesiaenred.blogspot.com/
Pasa la bola.
Un trío: el silencio, el viento, con la fragancia, y la voz de las rosas. Un cópula perfecta.
ResponderEliminarMuy bonito, Noray.
Un abrazo.
Es su color y su aroma el que habla por sí solo y nos enamora.
ResponderEliminarUn Abrazo.
Que genial. Como siempre me quedo sin palabras. Un abrazo
ResponderEliminarAplausos, los tres últimos verso para quitarse el sombrero.
ResponderEliminarUn beso.
No me extraña que te llamen.
ResponderEliminarDeben saber leer.
Saludos.
La delicadeza de la rosa invade tus versos.
ResponderEliminar¿Será que el silencio es la palabra primordial?
Una delicia tu poética , hebanista.
M.