Flora, 1894 – EVELYN DE MORGAN
Aquel instante duró una eternidad
y el caos del silencio hizo florecer en mí el desierto
entre los poros del jardín de tu piel.
La primavera brotaba lentamente entre tus lágrimas
y al llegar a mis labios agonizó la palabra.
.
Sólo se puede agonizar con esas palabras, si se agoniza con un beso...
ResponderEliminarSaludos y un abrazo enorme poeta.
Noray, ¡eres único!, nunca conocí a nadie que pudiera poner tan bellas y justas palabras a un BESO... ¿por que es un beso, no?... ☺
ResponderEliminarGlora
Que lindo, Noray.
ResponderEliminarPrecioso poema.
Cariños!
"Fue una eternidad aquel preciso instante..." ahy momentos que deberían durar eones verdad? Precioso poema!
ResponderEliminarSaludos!
Precioso poema.
ResponderEliminarEsos instantes que son eternos...
Saludos,
Tu si que eres bello y sensible y delicado poeta.
ResponderEliminarUn abrazo
Si agoniza la palabra ante un instante tan bello...que muera en silencio.
ResponderEliminarHermoso poema.
Un saludo.
Carmela Rey
Lindo, Noray. Parabéns!
ResponderEliminarbeijos.
Con la bella primavera
ResponderEliminary con la luz
del instante
que el beso ahogue
a la lágrima.
Un gran abrazo.
Amigo poeta, uno de tus profundos poemas ha ido a publicarse, espero que con tu aquiescencia, en mi blog "meditacionesyrelatos.blogspot", enriqueciendo su contenido. Un saludo cordial.
ResponderEliminarEs una belleza, Noray...
ResponderEliminarUn beso
Laura