Schwarzmondnacht, 1944 - KARL HOFER
Era la noche,
la noche sin estrellas
ni luz de luna.
Era la noche atroz
a solas y a oscuras.
Era la noche,
la noche eterna
que vela a la muerte.
Era la noche verdadera
y yo echaba mi suerte.
Era la noche,
la noche sin palabras
y el silencio me inundaba.
Era la noche muda
y el desasosiego me asfixiaba.
Era la noche,
la noche de los aguaceros
y de la tormenta,
la noche del destierro
y la más cruenta.
Era la noche,
la noche del ávido océano
y del feroz desierto,
la noche del negro abismo
y del póstumo beso.
Era la noche
y el sol se desangraba
en las crestas del mediodía.
Era la última noche
y yo estaba a la deriva.
Era la noche.
ResponderEliminarLa noche en que murió mi madre.
La noche en que la miré
y la acaricié mientras moría.
Nunca ha habido otra noche.
Esa fué la noche.
La noche.
Besos, amigo Noray
Excelente Noray. La noche suele ser un regalo para nuestros sentidos aunque a veces, algunas veces, nosotros seamos un regalo para ella.
ResponderEliminarMuchos cariños!
Un excelente poema como siempre, esas noches cómplices de la vida..
ResponderEliminarUn abrazo
Saludos fraternos...
Hombre que me haces llorar cuando te leo... que bien dibujas y describis el vacio noche en tus letras el final de las estrellas caladas en la piel abismo de lo que fue...
ResponderEliminarA tus pies poeta.
Besos.
Ese sentimiento profundo del que pasara, de la ambiguedad y la desolacion se refleja en estas letras.
ResponderEliminarComo siempre, buenos tus versos, poeta.
Un fuerte abrazo.
Se siente tanta desolación en tus versos. Creo entender por donde van. Mucho ánimo, poeta. Te acompaño en silencio, para no molestarte, pero para que sepas que estoy ahí. Un fuerte abrazo.
ResponderEliminar.. me gustó ese bello cuadro y esa descripción de una noche, última, a la deriva..
ResponderEliminar.. un abrazo..
El texto, por repetitivo, es hiriente, se clava en lo más profundo.
ResponderEliminarLa imagen, excelente, muy bien escogida.
Saludos.
Se me olvidó: la música de Paul Taylor, ese lamento/saxo, fenomenal.
ResponderEliminarUna entrada en conjunto excelente.
Noches que no se olvidan.
ResponderEliminarTus versos son el llanto
de un alma herida.
Un cálido abrazo.
Tristeza, desgarro y soledad en esa última noche. Llega al alma tu poema, y la repeticion del verso le da una fuera extraordinaria.
ResponderEliminarUn abrazo.
puedo quedarme contigo esta noche?
ResponderEliminary la noche de mañana..
y otra noche en la que llores..
y esa noche.. en que se abran las heridas con el alba.
puedo quedarme?
Consigues adentrarnos en la noche, la del alma, la más oscura y misteriosa... ausencia de luna.
ResponderEliminarUn beso,
Laura