Noche en St. Cloud, 1890 - EDVARD MUNCH
La fría luz de la luna
inunda el jardín
donde crecen las camelias,
mientras suena La Traviata,
y se apodera de mí
un halo de tristeza
que me enreda el alma
como una cepa
de vid retorcida.
Quizás sea este Otoño,
vestido de Primavera,
que me ha tocado vivir,
quizás sea que, a pesar de los pesares,
la vida está llena de tristeza
o que ya nunca vuelva a tener fuerzas
para aferrarme a la propia vida
después del vacío colosal
que me provoca tu ausencia.
Muere la noche
y los eternos secretos
de mi soledad con ella,
y avanzo con paso firme
en el verde sendero
de la eternidad
para recordarte perenne
en la hoguera azul
de mi olvido.
Un recuerdo triste, una ausencia dolorosa, se convierten en unas hermosas palabras a través de estos versos. Especialmente bellos los tres últimos.
ResponderEliminarUn beso.
Soledad.
Ojalá pudiera expresar con tan bellas palabras la ausencia de quien amo...
ResponderEliminar...para recordarte perenne en la hoguera de mi olvido...
Maravilloso!
Beso!
Preciosas palabras para una ausencia...
ResponderEliminarUn saludo
mj
esa luz de la luna se transportó hasta mi alma y te juro que me la logró calentar con solo leer tus versos...
ResponderEliminarOjala tu alma no se enriede sin palabras, ya que tus verbos , tus metaforas son vulnerables al amor.
ResponderEliminarAdmiro tu capacidad de transmitir emociones, le das colores al fuego del olvido y pones en blanco sobre negro el magico tiempo que vive en el extrañar.
Te dejo un fuerte abrazo
no se si quiero ser
ResponderEliminarluz de luna para alumbrarte en las noches..
o si prefiero.. dejarte a oscuras
mientras escuchas los nocturnos de chopin
y un halo de tristeza te devuelve su recuerdo
y lo deja entre tus brazos.
no es justo querer ser..
soñar con el privilegio de nacer
dormida en tu jardín de flores y colores
y robarte el olor de su pelo
que te acunaba al dormir.
no es justo.. estar cerca de esos recuerdos.
estoy al borde del camino,
sentada en la acera, a un paso de tus pasos
y del encuadre de tu mirada.
estoy, aqui me tienes, si no me ves
te dejo una vela
cerca de la farola que se apagó aquel dia
cuando dejaste de ver
la vida que habia en ella.
te dejo, la luciérnaga que me regalaste
aquella vez.
la encerré en un bote de cristal,
(junto con el viento), y aún guardo su luz
para que se haga vida en tus mañanas.
estoy aqui, para que me quemes en esa hoguera que incendia tus noches y se mantenga encendida
la llama de su corazón en tu pecho.
te abrazo noray, sshhh..
Hola Noray, hermoso poema que la tristeza y la nostalgia han hecho aflorar al exterior de tu alma. Un beso
ResponderEliminarBonitos versos, pasar a leerte sigue siendo una delicia.
ResponderEliminarSaludos desde El Bierzo
Buscad la belleza.
Siempre tus poemas desatan sentimientos. A veces son amores y otras olvidos, pero siempre tienen la fuerza necesaria para despertarnos...
ResponderEliminarUn placer
Abrazos
A todas y a todos
ResponderEliminar... y sin embargo camino
con paso firme
hacia algún lugar.
Un abrazo