Triunfo de la Muerte, 1562 – PIETER BRUEGEL EL VIEJO
Que no venga la muerte
que no la quiero ver,
que no se acerque
desde la distancia
cuando la aurora
esté a punto de aparecer.
Que no llegue la muerte
que no la quiero ver,
que no se asome
en mi alma
que está a punto
de anochecer.
Que no sueñe con la muerte
que ya anida a mi alrededor,
que no levante el vuelo
que no se ha parado mi reloj
aunque mis horas están echadas
en un calendario de hielo.
Ya está aquí la muerte,
ha llegado sin querer,
me está tendiendo sus manos
para adentrarme en las sombras,
en el otro lado del espejo
donde duermen los enamorados.
Ya siento la muerte,
escucho su paso firme
sobre la verde hierba,
con un eco de voces,
oscuras, opacas y negras
que corean el último réquiem.
Siempre fui la muerte
desde el mismo momento de nacer
aunque con el devenir de la vida
nunca me acostumbré
a saber que vida y muerte
siempre van cogidas de la mano.
Siempre fue mi vida
ResponderEliminarcogida de la mano de la muerte...
y cuando sea muerte
me llevare cogida de la mano a la vida
para ver si así...
tengo la misma suerte.
Vamos cogidos de la mano
en vida...
hasta la muerte.
Y siempre fui muerte en vida...
y vida seré en muerte.
(Perdona que haya escrito esto...
me salió ipso-facto tras la lectura de tu contundente y subliminal poema)
Abrazancos... miles de abrazancos
"..siempre fui la muerte..."
ResponderEliminarTerrible poema. Pero real como la vida... que es muerte.
Un beso.
Soledad.
De pequeña escuchaba la canción que tienes ahora de fondo para tu blog y me emocionaba mucho.
ResponderEliminarTe confieso que, si la memoria no me falla, a Miguel Hernández lo conocí sobre todo gracias a Serrat, que le encantaba a mi padre.
Y respecto a tus poemas... son reflejo de un alma sensible y profunda.
Un abrazo.
Siempre que te leo sé que voy a encontrar algo que no me va a defraudar. Y encontrarme con la muerte llevada de tu mano, no me defrauda en absoluto. Tú te remontas siempre sobre ella...Abrazos!
ResponderEliminarSiempre siempre,
ResponderEliminarnada más hondamente
unido que la muerte y la vida!
Pero en ti pesa otra algarabía
que te hace inmortal,
amigo poeta mi querido Noray!
♥♥♥besos♥♥♥
saludos noray que poema el que me encuentro en tus blog...
ResponderEliminarbellisimo pero lleno de tristeza con la muerte que llega cuando quiere...
saludos un abrazo
Ya sabes que en la vida eres tu quien ha de procurarse vivir, lo que tengas que vivir, que más tarde llegará el tiempo inexcusable en que tengas que morir.
ResponderEliminarSe nace y se empieza a morir.
Llevas un tiempo algo hipocondríaco en tus poemas, espera que en nada y menos está aquí la primavera.
Saludos desde El Bierzo.
Buscad la belleza.
Saludos Noray
ResponderEliminarSin duda, van juntas siempre!!!
Gracias por pasar por mi blog.
Pues sí ando de nuevo en la red.
Espero estar más seguido.
Un abrazo!!!
Siempre fui la muerte, desde el mismo momento de nacer... bello Noray
ResponderEliminarAbrazo
Hola buen hombre.
ResponderEliminarMe has recordado esto:
En estos días pasados donde la muerte ha estado tan cerca, Alfonso, el mejor amigo de mi padre (tiene 83 años y todos los días se pega dos horas de petanca) me decía... "Jesús, no nos acostumbraremos a esto y debería ser algo normal, ¿no nacemos para morir?"
Un abrazo.
Impresionante poema. Muy bello.
ResponderEliminarQuería decirte que me gusta muchísimo Antonio Machado; quizás por eso siempre quise ser una Guiomar. Coincido con vos en que su poesía traspasa y traspasará todas las fronteras espaciotemporales.
Preciosa también la música de Serrat.
Un abrazo.
dile que no venga..
ResponderEliminarque se aleje..
que se aparte..
que no te lleve a ti..
dile que si se atreve..
me pondré en su punto de mira..
y no tendrá más remedio
que llevarnos de la mano
a su propio infierno.
un beso Noray.
LA vida y la muerte van de la mano, no existe una sin la otra...pero como decía Allen, "No le temo a la muerte, solo que no me gustaría estar allí cuando suceda"
ResponderEliminarExcelente poeta!!!
A todas y a todos
ResponderEliminarLa sabiduría de Alfonso, el mejor amigo del padre de Jesús Arroyo, es más que manifiesta. Su interrogación es filosófica ¿no nacemos para morir?
Es claro que nacemos para morir, pero a medida que vamos viviendo nos vamos distanciando de la muerte porque nos apegamos a la vida tangible y como dice el Genio deWoody Allen "no le temo a la muerte, sólo que no me gustaría estar allí cuando suceda". ¡Todo llegará, no adelantemos acontecimientos!
Un abrazo