El guardián caído, 1515 - MATTHIAS GRÜNEWALD
Sin palabras,
porque la muerte
acuna en silencio
lo que la vida mece
en las flores del olvido.
Nudos de palabras
y agujas de silencio
para tejer la vida
con hilos de muerte,
porque la muerte acecha
en cada esquina.
mente, estuve pensando mucho en la muerte. Es como si me hubieses leído el pensamiento y trasladado en tu poema.
ResponderEliminarAbrazos,
Querido Noray:
ResponderEliminaracaso no son los mismos hilos
los de la vida y de la muerte?
en todo caso
que ninguno
te anude las palabras
Te dejo un gran abrazo
y unas flores de la memoria
para contrarrestar ese olvido
Es cierto que la negra Parca nos acecha a cada momento y en cada lugar. Nuestra mortalidad siempre presente, pero bueno, escapemos de sus hilos un poco más.
ResponderEliminarUn abrazo, amigo.
Mi noray querido
ResponderEliminaresos mismos hilos
que tejen y destejen
el encanto de la vida
que merece tu canto
y tu lamento,sin llanto
todo hilar de melancolías
donde venimos a inclinarnos
gozando,ríendo,llorando...
♥♥♥besos♥♥♥
la muerte solo es un cuerpo en reposo que dura menos de un segundo en cobrar vida en otro estado menos sólido pero más gaseoso.
ResponderEliminarSaludos conversos.
Si quien habla sobre la muerte eres tú, entonces moriría mil veces...Un saludo!
ResponderEliminarNudos de palabras
ResponderEliminary agujas de silencio
bonito. nudos son mis dedos por no poder plasmar el sentimiento que me llena el poema escrito.. saludos fraternos
Hilos que atan como maromas.
ResponderEliminarNudos que apresan como cepos.
La muerte es así.
La propia y la ajena.
Abrazos.
Y me acongoja...
ResponderEliminarpor que viene y no quiere,
porque manda
y no acepta un no,
y viene
y se lleva...
Muy buenas imágenes, muerte y vida, silencio, ausencia de palabras camino al final. Me ha gustado la brevedad y la reflexión.
ResponderEliminarUn abrazo poeta!
Es impresionante cómo encadenas las palabras, las justas palabras, para producir tanta belleza, incluso cuando se habla de la muerte.
ResponderEliminarTe abrazo sinceramente, compañero.
La muerte en algùn momento ha sido un enemigo a vencer...
ResponderEliminarHasta me he tatuado en el tobillo un "Ego redibo, tu nunquam" en su no-honor.
Hoy intento re-signar o resignificar, hoy intento ser del hoy y aunque no estè preparada para su llegada, no me dejo tender con sus hilos.
Esto no le quita belleza a tu poderoso post.
Un abrazo, Noray, disfruta el finde.
Un beso
Gracias a todas y a todos por ayudarme a que los hilos de la muerte sean cada vez más hilos de vida.
ResponderEliminarUn abrazo
qué son sino hilos de vida?...pasemos por las esquinas, sin palabras, en silencio...y gocemos de la vida.
ResponderEliminarTambién yo estuve pensando mucho en la muerte hoy. Me impactó tu poema.
ResponderEliminarUn abrazo.