El eco del vacío, 1935 - DALÍ
Cuando estoy refugiado
entre tus manos
siento el suave aleteo
de tus lágrimas deslizándose
por el contorno
de mi cara
y mezclándose
con mis propias lágrimas.
Mirándote me quedo adormecido
en el fondo oscuro
de tus pupilas
y en medio
de mis sueños faraónicos
me encuentro solo
y, si no estás tú,
vacío.
Cuando estoy refugiado
entre tus manos
siento el suave aleteo
de tus lágrimas deslizándose
por el contorno
de mi cara
y mezclándose
con mis propias lágrimas.
Mirándote me quedo adormecido
en el fondo oscuro
de tus pupilas
y en medio
de mis sueños faraónicos
me encuentro solo
y, si no estás tú,
vacío.
Ese. El peor vacío de todos. El temido.
ResponderEliminarSaludos.
puro vértigo el que se siente al precipitarse en caída interminable... desde los ojos que nos sostienen en su mirada
ResponderEliminarun abrazo
Vacío torturante, y sin fin.
ResponderEliminarUn abrazo
Llegue a tu blog por amigos en común y me ha gustado mucho, si me lo permites pasare de nuevo a seguir leyéndote.
ResponderEliminarBesos desde mi México.
Las lagrimas suelen caer en distancia y esta es el recorrido mas rapido para llegar al vacio.
ResponderEliminarGracias , poeta.
Besos,
MOn
Ese tipo de vacuidad es fatal.
ResponderEliminarNada puede salvarnos de la distancia de una mirada.
Bellamente tremendo.
Un beso pa'ti.
MaLena.
no hay mayor vacío que la busqueda de la mirada del otro y no encontrarla...por eso siempre volvemos al refugio de sus manos, para adormecer en ellas.
ResponderEliminarun abrazo.
un beso.
Vacio por ya no poder beber tus lágrimas ni poder dormirme en el fondo de tus ojos oscuros.
ResponderEliminarBuen inicio de semana.
Saludos conversos.
A todas y todas
ResponderEliminarGracias por darme refugio en el vacío.
Un abrazo