Solitude, 1893 - ALEXANDER HARRISON
Cuando tú quieras, Soledad,
podrás arribar a mi puerto
y amarrar en mi noray
para zarpar de nuevo
con destino incierto.
Si algún día, Soledad,
pasas por mi puerto,
tómame de la mano
y llévame por otras estelas,
otras estelas del mar.
Y yo no volveré, Soledad,
a navegar solo
por mares ni océanos,
porque desde ese día
Cuando tú quieras, Soledad,
podrás arribar a mi puerto
y amarrar en mi noray
para zarpar de nuevo
con destino incierto.
Si algún día, Soledad,
pasas por mi puerto,
tómame de la mano
y llévame por otras estelas,
otras estelas del mar.
Y yo no volveré, Soledad,
a navegar solo
por mares ni océanos,
porque desde ese día
estaré contigo desposado.
Aquí voy
ResponderEliminarsiguiendo tu estela...
espero estés bien
Un beso grande
La amiga Soledad.
ResponderEliminar¡Cuántas tardes con ella!
Me sentí muy cercano a ti por este poema.
¿Muy liado últimamente?
Espero que andes bien.
Un abrazo fuerte y cuídate.
No te quedes con la soledad...
ResponderEliminarestoy con vos.
No te enamores de la tristeza, ella nos atrapa.
un abrazo
Respetamos tu soledad
ResponderEliminary te deseamos que te reonforte.
Te espero como siempre
A otro lado el deseo
Tú y Soledad....
ResponderEliminarLa soledad es otra cosa
ésta te inspira y rosas
derrama y te dices
con ella desposado...
A tu puerto,a tu lado...
oh bella solitudine!
♥♥♥besos♥♥♥
Tu palabras-emoción de hoy me conmueven, quizás porque las siento mía.
ResponderEliminarUn abrazo enorme desde tu noray.
MaLena
Y si pasa por tu puerto, será para que puedas hablar con ella y compartir la serenidad...un abrazo
ResponderEliminar