Retrato de Óscar Morineau, 1936 - DIEGO RIVERA
Cara de metal
roída por el mar,
perfil de mis entrañas
en silencio y sin brío.
Llanto de volcanes
que anegas el contorno
de este frágil cuerpo
con incandescente lava.
Labios siderales
que me besan complacientes
en la eterna soledad
de mi noche oscura.
Mirada infinita
que insolente ruborizas
mis despedazadas ilusiones
y mi vida entera.
Recuerdos del pasado
que perduran todavía
en las incorruptas y vacías
gavetas del olvido.
Cara de metal
roída por el mar,
perfil de mis entrañas
en silencio y sin brío.
Llanto de volcanes
que anegas el contorno
de este frágil cuerpo
con incandescente lava.
Labios siderales
que me besan complacientes
en la eterna soledad
de mi noche oscura.
Mirada infinita
que insolente ruborizas
mis despedazadas ilusiones
y mi vida entera.
Recuerdos del pasado
que perduran todavía
en las incorruptas y vacías
gavetas del olvido.
el olvido es eterno, eso dicen... pero para llegar a él, los labios se queman con la lava de los recuerdos... abrasadora fundición es el camino del olvido...
ResponderEliminarun abrazo
No han de estar vacías, eso seguro, hemos ido llenando baúles de vivencias que vienen de vez en cuando a alumbrarnos el presente.
ResponderEliminarMuy nostálgicos tus versos, poeta.
Un abrazo!
"Mirada infinita
ResponderEliminarque insolente ruborizas"
qué preciosidad
un beso
Déjame que guarde mis silencios en tus gavetas...
ResponderEliminaren el tiempo
ResponderEliminarqueda el olvido
en las gavetas
guardamos el corazón...
un abrazo
Cuando la soledad en ti sea oscura.
ResponderEliminarCuando frágil sientas tu cuerpo.
Cuando tu silencio este roído.
Cuando tu ilusión no tenga vida.
vacía la gavetas de tu memoria...
las encontrarás llenas de esperanzas.
Saludos conversos.
Todo se reduce a lo vivido...
ResponderEliminarLa nostalgía que sentimiento más intimo y a la vez que devastador.
Un beso
amanecezco cada dia con estos acordes,
ResponderEliminarcon estos versos desgarrandome el alma..
he tomado la costumbre de despertar leyendo tus palabras que baño al alba con el sabor de este café en mis labios.
No creo demasiado en el olvido. Creo que cada una de nuestras vivencias se queda con nosotros. Hermoso poema.
ResponderEliminarUn abrazo.
A todas y todos
ResponderEliminarSiempre tenemos dispuestas
las gavetas del olvido,
pero los recuerdos,
las ansias,
el temor,
las ausencias
y el mismo olvido,
acechan siempre
en el tiempo infinito.
Un abrazo
El olvido no llega nunca. Y cuando lo buscamos solo conseguimos enmascarar los recuerdos y convertirlos en nostalgia. Altivos, nos engañan y aprendemos a convivir con ellos...
ResponderEliminarun abrazo