Piano, 1933 - ÓSCAR DOMÍNGUEZ
Recuerdo el sonido del piano
a la luz de las estrellas,
bajo esta luna blanca
en esta noche negra,
y las manos dibujando notas:
fusas, corcheas,
semifusas y semicorcheas,
redondas, blancas y negras.
Recuerdo el sonido del piano
con mis silencios y soledades,
sobre el clavijero y los barrajes,
acariciando la tabla de resonancia
y el arpa de fundición,
vaciando mi alma
en el alma de sus cuerdas.
Recuerdo el sonido del piano
a la luz de las estrellas,
bajo esta luna blanca
en esta noche negra,
y las manos dibujando notas:
fusas, corcheas,
semifusas y semicorcheas,
redondas, blancas y negras.
Recuerdo el sonido del piano
con mis silencios y soledades,
sobre el clavijero y los barrajes,
acariciando la tabla de resonancia
y el arpa de fundición,
vaciando mi alma
en el alma de sus cuerdas.
Noray, como te extrañé!!!
ResponderEliminarPero estoy volviendo de a poco.
En mi vida resuena una blanca, lenta y casi eterna....
mil besos
Noray, el instrumento, la conexión mágica cuando se mezclan las notas, asi como las palabras para el poeta, el pincel para el pintor, son los medios entre lo sublime y etéreo que tiene el arte en todas sus expresiones...
ResponderEliminarUn gusto leerte
Abrazos
entre tu mano y la Música: las teclas perfectas de tus palabras
ResponderEliminarun abrazo
Cuando el alma vagabundea en los misterios de la noche, es mucho mejor que sea acompañada por esas notas de piano, seguro así, las brumas serán menos densas.
ResponderEliminarBellos versos, que llegan a mí a través de esas notas de piano.
Tus manos son fuente inextingible de palabras sonoras y afinadas.
ResponderEliminarSaludos conversos.
Hola:
ResponderEliminarMe largo a buscar un piano
para concentrarme con ellas.
Saludos.
A todas y todos
ResponderEliminar¿Qué mejor que un buen solo de piano para escribir en la noche?
Un abrazo
Acá vine amigo mio
ResponderEliminara deleitarme con los bellos acordes que brotan desde tu alma...
Un beso de Fuga en Mi menor