Noche de verano o Los solitarios, 1906/1907 - EDVARD MUNCHTe miro
y, cuando estás junto a mí,
como ahora,
te veo más blanca,
más limpia y cristalina,
mucho más cándida.
Sin embargo, cuando la noche
toca a la puerta,
y la mañana
se hace amante
de la tarde,
y nuestros cuerpos
se ensamblan
sin diferencias,
no te veo a ti,
no te busco
ni te deseo.
Sólo, al mirarme
en el suelo,
veo tu sombra.
ese cuadro de Munch y tus palabras forman una pareja perfecta, como el cuerpo y su sombra
ResponderEliminarun abrazo
Algunas sombras acompañan día y noche...
ResponderEliminarPrecioso, Noray...sobre todo el final...
un beso
A la sombra de tus palabras bailo. Tienes un regalo en mi extinto blog
ResponderEliminarCamille
ResponderEliminarEs la eterna
duda del ser humano,
es el miedo
a compartir la soledad,
es la proyección
de nuestra sombra
en la sombra de los demás.
Un abrazo
Hawwah
ResponderEliminarA veces, nuestra sombra
es un pesado lastre
en la travesía.
Un beso
Jose
ResponderEliminarGracias amigo, pero no entiendo la muerte de tu espacio. Tienes que continuar regalándonos esa poesía.
Un abrazo.
En la noche, todos los sueños confluyen, dejando vacía nuestra alma, ¡cuantas cosas me vinieron a la mente leyendo sus palabras!
ResponderEliminarMis disculpas por no llegarme antes, necesitaba palabras como estas de su poema, para tranquilizar un poquito mi alma.
Saludos.
Me gusta mucho ese cuadro...
ResponderEliminartiene eso que dices
de sombras
y soledades compartidas...
me gusta!
besos
Olga
ResponderEliminarEs un honor que mis simples palabras reconforten tu alma, con eso ya me sobra y basta.
Un abrazo.
Nochestrellada
ResponderEliminarToda la pintura de Munch es maravillosa y, es cierto, siempre está llena de sombras.
Un beso
no poder reconocer al otro fuera de uno...y las sombras se funden...uf!...besos
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