Rumor del viento, 1981 - ALBERT RÀFOLS CASAMADA
La cólera del viento se ensambla
entre las grietas del dolor,
como un torrente de llanto
en el que cada lágrima
se convierte en ofrenda.
Forjado en las derrotas siderales
de la eterna incomprensión
y del horror al olvido,
en mi corazón y en mis versos
fragua todavía el espanto del silencio.
Triste pero conmovedor. Te felicito. un saludo
ResponderEliminarespantos de silencios
ResponderEliminarcon ofrendas de lágrima y verso
... silencio acariciado
un abrazo
Hola Noray, te vengo a devolver la visita. Sólo he tenido tiempo de echar un vistazo. Todo tiene buena pinta... y el fondo. Un abrazo. JUAN DESDE LA PICUA.
ResponderEliminarLanobil
ResponderEliminarEs cierto, es triste, pero lleva un aderezo de esperanza.
Saludos
Camille
ResponderEliminarEn mi razón fragua
el espanto del silencio,
después, con mis buriles
grabaré las palabras
para colgarlas
en los cuatro vientos.
Un abrazo
J. Yanes
ResponderEliminarGracias por llegar haste este puerto y amarrar en mi noray. Será un placer que vuelvas a recalar por aquí.
Saludos desde la redonda
Silencios apreciados con tus bellos poemas,
ResponderEliminarsilencios de espanto que nos embriagan,
silencios compartidos con la caricia de tus versos.
Un beso.
María
ResponderEliminarEn silencio,
como siempre,
te dejo un beso.
¿Sientes mucha cólera en el viento, amigo?
ResponderEliminarLa verdad es que tendría motivos para quejarse.
A mí también me espantan los silencios. A veces al leerte, me da la impresión de que ves dentro de mí.
¿Será que tenemos cosas en común?
Un abrazo.
el viento a veces no tiene clemencia...
ResponderEliminarun beso
Curiosas diferencias entre mirar y ensamblarse.
ResponderEliminarEntre la blancura del cuerpo o su sombra.
Sobre todo cuando es su sombra la que vemos al mirarnos.
Muy bello, amigo. Precioso.
Un abrazo.
Alatriste
ResponderEliminarEso nos suele pasar a todos, nos vemos reflejados en las palabras y en los silencios de los demás.
Un abrazo
Hawwah
ResponderEliminarEl viento, a veces,
no tiene clemencia,
es necesario que barra
con ira y fuerza
todas las grietas
del alma.
Un beso
Ybris
ResponderEliminarAunque no es de este poema (es de Tu sombra), es un excelente comentario.
Es cierto, nos debatimos entre el mirar desde fuera y el andentrarnos, entre la luz y la sombra, sobre todo cuando nuestra sombra proyectada se mezcla con las demás sombras del camino.
Un abrazo
A veces, el espanto del silencio es mejor que el olvido ajado.
ResponderEliminarel silencio, que no la contención, a veces es necesario... Entonces, una vez vencido podemos hacer de él y de las lágrimas flores, verso y lo que nos propongamos.
siempre hablo en serio.
un abrazo
Sasian
ResponderEliminarEstoy totalmente de acuerdo contigo, pero el silencio del que yo hablo es el impuesto, el silencio forzado.
Un abrazo.