Urdindo universos, 2000 - MARGARIDA CÊPEDA
En la penumbra
de los labios de la luna,
con el alma colmada de preguntas
y un arrullo de silencios
a flor de piel,
enamorado de tus suspiros
y del perfume a lilas y a violetas
de tu cuerpo desnudo,
dormido en la ternura de tus rompientes
y de tus dorados senos,
soñando con los rumores de tus fuentes,
de mis huracanes y tormentas,
de tus mares y auroras de terciopelo,
en medio de la bruma,
de la escarcha y del aguacero,
continúo deshilando este nudo de muerte.
perpetuo descifrar de muerte a través del deseo
ResponderEliminarsiempre insatisfecho...
la dulce condena
un abrazo
Un nudo de muerte.
ResponderEliminarAsí es la vida.
Un abrazo.
Qué hermosura! :)
ResponderEliminarTu poema, me llega como una nana... a pesar de la tormenta lo siento tranquilizador...
Un beso!
Un final brillante para un poema exquisito!!!
ResponderEliminarUn abrazo
Dia trás día me asombras.
ResponderEliminarTe vuelvo a felicitar.
Saludos.
Hola Noray:
ResponderEliminarEn estos versos donde hablas de nudos de muerte, yo veo por doquier el cuerpo del amor. ¿Por qué será?
Un abrazo:
Tadeo
Siempre el silencio... Ese que no satisface nuestra alma y que no desenreda ese nudo de muerte.
ResponderEliminarbellisimo.
Estuve unos días "desparecida". El ánimo me pedia silencio.
Un abrazo
El amor nos aleja de la muerte, así que sé como Alejandro Magno, saca tu espada y corta sin miedo este terrible nudo gordiano.
ResponderEliminarTus descripciones a veces me erizan la piel y con la de este deseo, lo conseguiste.
Un abrazo enorme.
A todos y todas
ResponderEliminarGracias por dejar tu huella en mi nudo de muerte.
Un abrazo
De tus tres últimos poemas, sin duda me quedo con éste. Me ha encantado esa cadencia rápida de los versos para llegar a la muerte, como si fuera un presagio de la misma vida. Las imágenes muy buenas. He visto hasta a las Moiras en tu nudo final.
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