Sentado en mi atalaya te contemplo de nuevo.
Mis ojos anegados de espuma
claman por ser la luna besando tus rompientes.
Detrás del malecón escucho entre rumores
el parto de las olas sobre el azul infinito.
Cada frenético embate del mar
fermenta en las bocas de dos cañones
que dibujan sombras en la leve brisa.
No, todas las olas no son iguales,
sus cuerpos azules son tan intensos
que todo el color del mar
parece muerto.
Sí, estas olas son otras,
son cientos, miles, millones,
pero cada una es un océano.
ninguna ola es igual a otra
ResponderEliminaresta afirmación por sí sola enarbola la bandera de un universo
azul cada gota de tus palabras
un saludo
Gracias por amarrar en mi noray. Es un honor para mi.
ResponderEliminarSaludos.
Todo el mar en tu tinta.
ResponderEliminarLindo fin de semana.
MaLena.
cada ola un océano...qué cierto...me encantó este poema marítimo
ResponderEliminarbesos
Malena:
ResponderEliminarBella expresión: "todo el mar en tu tinta".
Feliz fin de semana.
Cada ola renueva la vida.
ResponderEliminarUn beso *
cómo he tardado tanto
ResponderEliminarpara llegar a ti!
anclada he quedado
en tu puerto,contemplando
la atalaya de donde escapa
tu mirada sabia...
allí estoy,y tú,?me ves?
besos
Mia
ResponderEliminarGracias por amarrar en mi noray. Espero que vuelvas después de otra singladura.
Otro para ti.