El Grito, 1893 - EDVARD MUNCH
La vida me desangra
sobre el cáliz de tus sombras.
Un caballo de espuma y plata
espolea con fuerza la razón
y prende las venas,
abandonándome en los brazos
de mi propia suerte.
La voz ya quebrada
se va apagando lentamente
hasta reventar en cenizas.
No me queda nada
ni el fracaso ni el hastío.
No me queda nada
ni el desamor ni el miedo.
No me queda nada
ni el dolor ni siquiera el recuerdo.
Ya no me queda nada.
Nada, sino una veta de ausencia
en la lluvia de sangre y esperma
sobre tu patria de metal.
Un canto de angustia y desesperanza... Hermoso espacio, amigo. Gracias por visitar el mío. Un abrazo,
ResponderEliminarV.
Gracias por leerme.
ResponderEliminar