Tempus Fugit, 1995 - RALPH HEIMANS
Quédate,
aunque el aguacero
nos hunda en el vértigo
y no podamos cumplir los sueños,
aunque las palabras se extingan
en este tiempo de silencio.
Quédate en mi piel
hasta que la tormenta pase
y vuelva a salir el sol,
hasta que de nuevo la luna
regrese a la estela de mi cama
y quebrante este vacío.
Quédate,
simplemente quédate
aquí, a mi lado,
acariciando tu cuerpo
con mis manos,
aunque el tiempo se haya ido.