“Soy el que es nadie, el que no fue una espada
en la guerra. Soy eco, olvido, nada.”


JORGE LUIS BORGES

martes, 8 de febrero de 2011

Ahora que ya he muerto


And the sea gave up the dead which were in it, 1892 - FREDERIC LEIGHTON

Expiro en esta bóveda de silencio,
donde el verbo se vuelve incienso
necesario para desterrar las sombras,
que se inhuman lentamente en la sangre.
Se desmoronan los sueños en las pupilas,
hasta dejarlas huecas y deshabitadas,
y me abandono en el alfiz de unos labios
esperando avistar la resurrección de la carne,
para comprender el secreto del océano
que se abre de par en par en la noche.
Así procuro refugio al hombre desnudo
que llevo anclado dentro mí.
Ya ciego, sin palabras,
sin sangre, en completo silencio,
ahora que ya he muerto
vuelvo a vivir de nuevo.

13 comentarios:

  1. Si solo tus letras dan vida maestro, siempre navego con tu poesía..



    Un abrazo
    Con mis
    Saludos fraternos de siempre...

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  2. si el verbo se vuelve incienso
    el hombre se desnuda de sus arraigos
    y en el silencio lentamente la vida de renace

    hondo poema Noray, bella siempre la desnudez del alma, un beso

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  3. Siempre se muere antes de ver la Aurora.
    Triste pero lleno de VIDA.
    Un abrazo Noray

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  4. Como tantas veces, para vivir es necesario morir.
    Así es la vida.
    Un abrazo, Noray.
    Y muchas gracias por todo.

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  5. eso es Poeta, resusita en aquellos labios
    bebe de sus mieles y goza la vida renovada

    besos y buena semana

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  6. Desgarrador pero lleno de esperanza.
    Un poema hermosisímo, querido Noray.
    Nunca defraudan tus versos.

    Besos enormes!!!

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  7. te leo,...
    y ahora que llego al final de los versos
    yo también vuelvo a vivir de nuevo.

    te abrazo my noray.

    siempre serás poesía.

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  8. Querido Noray:

    Hermoso poema, lleno de esperanza, que me sorprende. ¿Todavia hay hombres en este mundo de caos e injusticia que creen en la resurrección de la carne? Para mí seria más necesario y de agradecer, amén de más sencillo, el milagro de los panes y los peces.

    Un fuerte abrazo
    Elvira

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  9. Querido Noray:

    Hermoso poema, lleno de esperanza, que me sorprende. ¿Todavia hay hombres en este mundo de caos e injusticia que creen en la resurrección de la carne? Para mí seria más necesario y de agradecer, amén de más sencillo, el milagro de los panes y los peces.

    Un fuerte abrazo
    Elvira

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  10. Después de desnudarse ante
    la muerte e inhumar las sombras
    hay un renacer lleno de luz
    y de esperanza.

    Muy bueno

    Un fuerte abrazo

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  11. Deixat en el voral
    d’una vida
    que em semblava meva,
    rebo amb onades
    de freda mort
    la constància
    de la meva debilitat,
    del deixar anar-se’n
    amb la consciència
    fosa del vestit de dolor
    que m’oprimeix el cor
    en les darreres palpitacions
    cada cap més lentes
    cada cop més separades entre si.
    Me n’adono
    que la nit
    s’apropa caminant
    de la mà
    amb aquest dolor palpitant
    que m’apareix
    a glopades
    mentre es clouen els ulls
    en un intent
    de fer-ho desaparèixer
    tot a la vora,
    de fer d’aquesta mort imminent
    un dolç somni.
    Escolto, si més no,
    sento els crits de la gent
    que no em deixa dormir,
    que no entén la nuesa
    que m’envolta,
    la llibertat del que no es pot fer,
    la costa avall
    per on redolen els darrers instants
    i els sempre presents records.
    Deixat al voral
    d’una vida
    que em semblava meva,
    me n’adono
    ue em retorna nova
    la sang calenta,
    la vida s’enceta de nou
    a tall d’univers desconegut,
    i llavors reconec de nou
    el regust dels teus llavis
    amanits amb el gust salobre
    de les llàgrimes
    que pinten camins
    en la teva faç
    i s’ajunten com no,
    amb el pols passat
    d’aquell jo mort abans.

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  12. Estimado Noray, magistralmente has trenzado ese dejar de sentir y dejarse mecer en el océano o en el cosmos, quién sabe dónde, pero bueno es vivir con esa esperanza y, sobre todo, morir con ella.
    Abrazos

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Inexorablemente, dos somos infinitamente más que uno.