“Soy el que es nadie, el que no fue una espada
en la guerra. Soy eco, olvido, nada.”


JORGE LUIS BORGES

sábado, 16 de mayo de 2015

Un frío y roto aleluya


Earth, 1984 - JEAN MICHEL BASQUIAT

Hoy es dieciséis de mayo,
y ya ha remitido el tremendo calor.
Comienza otra jornada de sábado
y vuelvo a estar sentado ante esta pantalla
que siempre está en blanco.

Las noticias de esta mañana
no dicen nada de especial,
pero eso ya no es nuevo;
desde hace ya demasiado tiempo
la prensa “vertical” sólo repite lo mismo.

Ha muerto B.B. King, Rey del Blues,
porque como el mismo continúa cantando:
“There must be a better world somewhere”.

Continúan los innumerables desmanes en la clase política. 
No termina de resolverse el caso de los ERE andaluces
y la dinamita de Bárcenas nunca termina de explotar. 
Todo se está desmoronando,
a pasos agigantados, está casi a punto de pudrirse, 
desde el Parlamento a la Corona,
aunque ésta haya cambiado, 
no de cetro, ni de palacio, y sí de manos.

Los puñeteros bancos siguen desahuciando. 
El paro continúa masacrando a los mismos de siempre.
La pobreza y la marginación continúan escalando
y en 770.000 hogares españoles ya no entra ningún salario.

La Copa de Europa no podrá ser ya blanca,
pero quizás pueda ser blaugrana
si la Juve pierde la Final de la Champions ante el Barça.

Los “Honorables” Pujol i Ferrusola
dejaron Catalunya peor que la cueva de Alí  Babá.
La Pantoja ya está en prisión.
Díaz Ferrán, en Soto del Real.
Espero que más temprano que tarde, 
se les unan el tal Rato y “el amigo de pupitre” Blesa.
¡Mira que hay que ser sinvergüenzas! 
Con lo que cobraban,
tuvieron tiempo de idear el “negociete” de las tarjetas
y dejar con las Preferentes a miles de jubilados
tirados en la puñetera cuneta. 
Rajoy y Montoro evitan opinar de Rato
y dice que es la Agencia Tributaria quien ha destapado el caso.
¡Recuerdan, lo mismo que la Aguirre con la Gurtel! 
¡Lo llevamos claro, fuertes jetas!

El fuel del Oleg Naydenov 
sigue manchando el océano
y las costas canarias…
y no dimite nadie ante tanta torpeza.

El PSOE apela al voto útil,
sin querer saber que la mayor y única ventaja
es el voto conjunto de la izquierda.
Susana Díaz ha vuelto a perder 
por tercera vez consecutiva la investidura:
eso le pasa por jugar con fuego y prepotencia
y querer torpedear a la izquierda
con tal de no perder la silla.

La UPyD de la diva Rosa Díez ya casi no existe,
ya sabemos que su salida del PSOE fue por una pataleta.
Monedero se marchó al fin de Podemos.
Aguirre y la Cifuentes se encomiendan a San Isidro
para que el santo cree trabajo.

Miles de jóvenes se exilian 
porque, aunque están sobradamente preparados,
este maldito desgobierno y la CEOE no crean puestos de trabajo.
Se están cargando la Sanidad y la Escuela Pública.
Después le tocará a las pensiones
y hasta el aire que, como el Maestro Celaya
"exigimos trece veces por minuto".
El desgobierno de Rajoy sigue adelante 
con la tan cacareada Ley Mordaza.

Aunque no lo podamos creer, 
Urdangarín está todavía en la calle
y Cristina se mantiene como Infanta de España.

La Botella continúa sin romperse,
aunque, con un profundo alivio, 
no se presentará a las elecciones.
Mariano Rajoy sigue haciendo “ruedas de pantallas”
para que tome nota la prensa,
y en un acto de populismo trasnochado 
se ha paseado, con sus secuaces, en camisa y corbata en bicicleta.

España ya está en el Consejo de Seguridad
y sigue, qué ignominia y cobardía,
sin tener nada que decir del Sáhara.
La ONU reprende a España 
por maltratar a los migrantes,
pero tampoco pasa nada.
El Mediterráneo y el Atlántico, en menor medida,
se han convertido en la gran fosa común
de la población africana,
deseosa de alcanzar el falso "El Dorado"
que vivimos a este lado. 

El globo de Podemos, 
después de intentar hundir a Izquierda Unida,
parece que se desinfla con el aire de Ciudadanos, 
que entra con fuerza en escena por la derecha.
Continuamos sin querer darnos cuenta
que la izquierda dividida no podrá gobernar
en la mayoría de las instituciones. 
Le hacemos el juego a los mismos de siempre, 
que sólo piensan en sentar su culo
en un estupendo sillón sin importarles mucho, 
o más bien casi nada, el bienestar de los demás. 
Continuamos pensando en localismos, 
que no van más allá de nuestras narices y ombligos.
No queremos darnos cuentas que unidos somos muchísimos más. 
Esta es, sin duda alguna, una ocasión perdida
para haber arrasado en las próximas elecciones. 
Probablemente, la Historia así lo demostrará en el futuro. 
Sea como sea, sí hay un motivo de ilusión
en las elecciones del veinticuatro de mayo.
En la comunidad de Madrid (¡Qué grande si ganara Luis!)
se presenta un insigne poeta,
un poeta con los pies en el suelo,
con la frente bien amplia
y con el corazón a la izquierda.

Este mundo es de locos:
El matrimonio-sociedad Clinton
ingresa más de veinticuatro millones de dólares
por dar conferencias y discursos.
Los alemanes de la "Heil" Merkel
humillan al pueblo griego
y torpedean a Syriza donde más duele.
Kim Jong-un ha vuelto a salir en las noticias
porque ha fusilado, por haberse dormido en un desfile,
al mismo ministro de defensa
Putin vuelve a mover ficha 
y, después de engullirse la Península de Crimea, 
la está armando en Ucrania.
En Brasil continúan matando impunemente 
a los niños de la calle a manos de la policía.
En México, el vil asesinato de los 43 estudiantes
continúa sin cortar ninguna cabeza.
El “cavaliere” Berlusconi,
a pesar del estacazo en su mitin,  
maneja los hilos de L'Italia en la sombra.
Venezuela, después de la muerte del comandante Chávez,
no termina de levantar cabeza.
Maduro descabeza al alcalde de Caracas 
y a unos cuantos líderes de la oposición
mandándolo a la cárcel 
y, según parece, dios los coja confesados,
los defenderá el mismísimo Felipe González.
Cuba, con los Hermanísimos Castro,
sigue por la misma senda,
aunque ahora el presidente Obama
haya abierto la espita del bloqueo;
eso sí, manteniendo la cárcel-colonia de Guantánamo
en suelo cubano.
Israel, otra verdadera y enorme ignominia,
perpetúa el genocidio del pueblo palestino,
negándoles el pan, la paz y su propio territorio.
El ex presidente egipcio Mohamed Mursi,
aquel que fue elegido después de encarcelar a Mubarak
en la mal llamada "Primavera Árabe",
es condenado a muerte.
La guerra de Afganistán nunca se acaba
y cada vez se ven más mujeres con burka.
Continúa la masacre diaria de al Assad en Siria.
Isis o el llamado Estado Islámico ha reventado Irak
y desata en el Magreb y en el resto de África 
una nueva espiral de violencia.
El Papa Francisco, desde el Vaticano,
da pasos firmes e intenta que la Iglesia se mueva, 
aunque algunos obispos, como el del Alcalá,
el de Granada, y el mismo Cardenal Rouco,
desde su ático-palacio,
vomiten por la boca y con sus acciones culebras.
Es tan cansina la mañana con este cóctel de noticias
que me vuelvo a acordar del poema que escribí por primera vez
en octubre de 2010  y he reescrito ya al menos cinco veces,
con el mismo o parecido título que éste.

Ya lo escribió el insigne poeta Gabriel Celaya:
"Porque vivimos a golpes, porque apenas si nos dejan 
decir que somos quien somos, 
nuestros cantares no pueden ser sin pecado un adorno. 
Estamos tocando el fondo."

Sin embargo, a pesar de todo o quizás por ello,
continúo emocionándome
al recordar aquello que cantó Jeff Buckley,
cuando versionó el Hallelujah que Leonard Cohen 
escribió hace más de dos décadas:
"Well, maybe there's a god above
But all i've ever learned from love
Was how to shoot somebody who outdrew you
It's not a cry that you hear at night
It's not somebody who's seen the light
It's a cold and it's a broken hallelujah".

Sí, es cierto...

"Bien, tal vez haya un Dios arriba
pero todo lo que he aprendido del amor
fue como dispararle a alguien que desenfunda más rápido
No es un llanto lo que escuchas en la noche
no es alguien que ha visto la luz
es un frío y roto aleluya."

Por eso y a pesar de los pesares
vuelvo a emocionarme
al recordar aquello que canta el gran B.B. King:
"It just ain't fair, but I know
I said I know
Oh yes, I know
There must be a better world somewhere
There's just gotta be
Gotta be a better world somewhere". 

El reloj  pasa ya del mediodía
y el sol está cubierto cubierto por la calima.
De nuevo, cierro mis ojos en el silencio
y sólo escucho la voz del Maestro King 
resonando en mi memoria.

Sí, es cierto…

"Simplemente no es justo, pero sé que 
digo que sé 
Oh sí, lo sé 
Debe haber un mundo mejor en alguna parte 
Tiene que haber
Habrá un mundo mejor en alguna parte".