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El tiempo atravesado, 1939 – RENÉ MAGRITTE
A Carmen Jiménez.
Gracias a sus Miradas íntimas
escribí estos versos.
No hay tiempo,
el último reloj se quebró
al llegar la aurora,
y ahora estamos solos,
buscándonos en medio de la nada,
porque el presente
ya ha muerto entre nuestras manos.