
Te miro y no te veo.
Sólo veo tus labios volando
sobre una nube negra.
Te miro y no te veo.
Sólo veo tus rojos besos
encerrados en la luz
de la luna nueva.
Te miro y busco los besos,
busco los labios pero no te veo.
Quizás yo no tenga ojos
y estén vacías mis cuencas.
Quizás tú ya no tengas labios
y sólo quede el gran hueco
de la indiferencia.