“Soy el que es nadie, el que no fue una espada
en la guerra. Soy eco, olvido, nada.”


JORGE LUIS BORGES

jueves, 9 de abril de 2009

Sol de azucenas


Sol ardiente de Junio, 1895 - FREDERIC LEIGHTON

Siempre fue tarde para amar
a este sol de azucenas,
que ahora es pura obscenidad
cuando ayer era sólo un esbozo
para sentirme el pilar recio
del bosque del tiempo.

Desde la primera luz de la alborada
fluye en mis venas vertiendo el aroma
de los cerezos y las flores de azahar,
dejando un bálsamo de luces
que inunda los andenes
de este cuerpo de espinas.

Cuando remonta en el mediodía
hasta lo más alto del cielo azul
yugula el cerro y la planicie
con las hoces de hierro
que siegan la rueda
del ciclo de la vida.

Al descender en la tarde
se desangra lentamente
y, sólo cuando el trasluz de la noche
se hace umbrío y furtivo,
se funde en los labios de la luna
que humedece tu piel.