
Tu verso rompe en mi noche,
como muere el eco del océano
en los acantilados de la memoria.
Emergen sílabas y palabras
que se han ido nutriendo
en el silencio del alma.
Mi verso rompe en tu noche
y no requiero nada más
que una simple palabra,
para cicatrizar los silencios
en este líquido amniótico,
que tú y yo llamamos poesía.