“Soy el que es nadie, el que no fue una espada
en la guerra. Soy eco, olvido, nada.”


JORGE LUIS BORGES

viernes, 11 de junio de 2010

Es medianoche ya



Portrait of Juan Gris, 1915 - AMEDEO MODIGLIANI*

Es viernes en la medianoche
y el reloj del estudio se desespera
mientras otra hoja muere en blanco.
¿Acaso se puede pintar la muerte
de forma más absurda que en color blanco?

Son demasiadas ideas y palabras
las que yerran por mis arterias
en busca del oxígeno necesario.
Demasiados silencios los que se desnudan
sumergidos en el hielo de este gin tonic.

No sé si al otro lado de la noche
habitará alguien para encenderme,
para prender todo el magma preciso
que sea capaz de licuar la gélida escarcha
hasta convertirla en crepúsculo de agua.

Es medianoche en mi cerebro,
mis dedos sufren una extraño entumecimiento
y mi corazón ha dejado de latir hace una eternidad
en la Brasserie Lipp de Saint-Germain-des-Prés
o sobre las interminables aceras de cualquier otra calle de París.

Entre las sombras de todos los espejos olvidados de la nada
se asoman, desde Montparnasse, Sartre y Simone de Beauvoir,
al tiempo que Yves Montand sigue cantando Les feuilles mortes
para Simone Signoret en el Cementerio de Père-Lachaise
bajo la inmortal mirada de la Callas y Chopin.

Es medianoche ya, aunque podría ser de madrugada,
mi voz se oscurece entre la luces transparentes
de este fría y ancha copa de Bombay Sapphire,
mientras termino de leer El Siglo de Sartre, de Bernard-Henri Lévy,
y repito con él la última frase: “este viejo era nuestro joven”.


* Amedeo Modigliani también está enterrado en el Cementerio de Père-Lachaise.