Rapsodia lunar, 1967 - LUIS MANUEL PASTOR
La memoria que planea a ras del suelo
cuando llega un nuevo amanecer
sabe que ya no habrá más luz
que la que se alumbre en la luna nueva
sobre la oscuridad de nuestros cuerpos.
Sólo esa luz pura y radiante
será la que arranque las soledades
que se han ido enquistando en nuestro interior,
como un perpetuo e inviolable secreto
hasta convertirse en el faro de nuestra existencia.
Debe ser hermoso ser como una persona-faro (que alumbra) a las personas, ser una especie de guia en medio de tanta oscuridad...
ResponderEliminarSer simplemente luz!!!
Besos Noray a tu alma!!!
La memoria ancestral y primigenia. La memoria de cuando éramos simplemente agua y polvo. La memoria hecha resplandor en medio de la oscuridad para salvarnos y recordarnos que aún podemos ser. Hermoso, Noray. Me bañé en la luz de tu faro. Un gran abrazo y feliz fin de semana junto a tu bello mar.
ResponderEliminarhermoso poema...Felicitaciones Poeta!!
ResponderEliminarquièn fuera faro
quièn luz serena
pero todo faro necesita del otro para funcionar,
por sí solo es imposible.
besos
En nuestro interior hay recuerdos que iluminan y oscurecen nuestra soledad, cuando nos encontramos con nosotros y nuestras vivencias.
ResponderEliminarTe deseo tengas más luz que sombras.
Un abrazo.
Que haya en nuestra memoria
ResponderEliminarfaros de luz que iluminen
oscuras soledades.
Un abrazo fuerte
que las luces sean más poderosas que las sombras que soledades encierran
ResponderEliminarUn abrazo de los grandes querido Noray
mmmm ...Qué bien ha sonado eso de la luz que se alumbre en la luna nueva...
ResponderEliminarOtros ven la luz de la luna llena. Sólo tú, mi queridísimo Noray, sabes ver más allá.
Un beso enorme!!!