Una herida que puede tener cura en lo profundo. ¿Qué más profundo que el útero? Auténtico. En este tiempo en el que todo es falso, todo mentira, todo sucedáneo vulgar y decandente...
reconocer el dolor... esa acidez existencial que nos impulsa hacia la gracia de un nuevo nacimiento esperanzador que aspira a la elocuencia falsa del bienestar
Pero que rebonito escribes siempre !!!
ResponderEliminarSe calan dentro y germinan
siempre tus versos.
Besos.
Utero de vida, de luz... de energía pura.
ResponderEliminarSaludos y un abrazo enorme.
Ojalá ese silencio tan sonoro esté cargado de vida.
ResponderEliminarOjalá el silencio no muera aunque siga callando.
Un verbo conjugado a pleno. Abrazos.
ResponderEliminarEres todo delicadeza escribiendo.
ResponderEliminarEse nuevo amanecer esta en la puerta, desprecinta el día y abre los postigos a la luz.
Besitos
Elena
Los dos últimos versos resumen el misterio de querer buscar la palabra en el centro mismo donde moran las emociones, felicidades.
ResponderEliminarUn beso.
Una herida que puede tener cura en lo profundo. ¿Qué más profundo que el útero? Auténtico.
ResponderEliminarEn este tiempo en el que todo es falso, todo mentira, todo sucedáneo vulgar y decandente...
Besos, por escribir algo tan bello.
Laura
reconocer el dolor... esa acidez existencial que nos impulsa hacia la gracia de un nuevo nacimiento esperanzador que aspira a la elocuencia falsa del bienestar
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