“Soy el que es nadie, el que no fue una espada
en la guerra. Soy eco, olvido, nada.”


JORGE LUIS BORGES

martes, 26 de julio de 2011

En el eco del silencio

The Echo (Study for Baignade), 1893 – GEORGE SEURAT

En la noche solo se escucha el eco del silencio.
El poema huele a jardín de estrellas calcinadas,
cuando la luz de la luna alumbra la piel de la ausencia
para convertirla en verbo, donde habita el océano
y se desnuda el tiempo en la soledad de la memoria.

10 comentarios:

  1. Siempre me impresiona cómo consigues crear un poema con una sola frase, como si se tratase del suspiro que se exhala detrás de un beso.

    Hermosísimo, Noray.

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  2. El sielncio nos comprende, como la madre que asiente, pero no recrimina...

    Saludos!

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  3. si todos los silencios olieran a jazmín
    sin duda sería un jardín el paraíso vivo

    besitos y buena semana

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  4. Que bello leerte, un poema lleno de tantos sentimientos.


    besos.

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  5. justo es el momento, tomaste de tu tiempo.
    todo queda y después se ausenta eco y viene la memoria del intento.

    Un abrazoooo!

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  6. Cuando el silencio se expande y rebota y se amplifica y se multiplica es justo cuando la memoria deja de escuchar a ese tiempo desnudo y comenzamos a ser conscientes de que el verbo soólo puede ya proclamar ausencias.

    Preciosas imágenes, como todas las tuyas.

    Besos

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  7. caray! siempre las letras llegan cuando uno mas las necesita! muchas gracias y un abrazo!

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  8. redondo...qué lindo!
    gracias noray,
    deseando conocerle este septiembre
    en sigüenza...
    tenemos unas cuantas noches de silencios
    y estrellas por comentar...
    salud...)

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  9. En la madrugada del alma
    en el silencio de la noche
    todo aparece
    tal como es...
    infinito

    Un abrazo.

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Inexorablemente, dos somos infinitamente más que uno.