Train Journey, 1998 - DEBORAH POYNTON
Yo no quiero embriagarme más
con el olor del jazmín en la medianoche
ni nadar otro océano que no sea tu mar
cuando llegue el primer amanecer.
Yo no quiero cerrar los ojos
para continuar soñando otra vez
ni volver a abrirlos de nuevo al alba
para ver que tú ya no estás.
Yo quiero recorrer con mis dedos
hasta el último recodo de tu piel
y besar cada uno de tus latidos
con la comisura de mis labios.
Yo sólo quiero recoger contigo
las hojas caducas de los cerezos
y cortar los lirios azules del jardín
que ya han comenzado a florecer.
Yo lo que quiero es ser un espejo
para que te mires tú en mí y yo en ti
y bajarte, si es preciso, del firmamento
la luna y la última estrella fugaz.
Yo lo único que quiero es viajar
juntos en el mismo vagón de tren
sin ansiar ningún otro destino incierto
que el epicentro de tu corazón.
Vivo sin vivir en mí,
ResponderEliminary de tal manera espero,
que muero porque no muero.
Vivo ya fuera de mí
después que muero de amor;
porque vivo en èl
que me quiso para sí;
cuando el corazón le di
puse en él este letrero:
que muero porque no muero
Ojalá que lo que quieres, lo consigas. Hermosa manera de versar.
ResponderEliminarUn abrazo
Yo lo único que quiero es fundirme en cada palabra de tu poesía.
ResponderEliminarSos milagrero Noray y no tengo una palabra mas.
M.
muy bonito sentimiento, así es como se ama, sin ver donde se coloca el pie de apoyo, todo lo demás es pose.
ResponderEliminarUn abrazo querido poeta!
Mi mar, tu mar, el único mar,
ResponderEliminarsiempre está abierto para que nades,
navegues,
y llegues a tiempo para el amanecer.
Lás páginas de espuma
serán gratas leerlas contigo.
Vuelvo para aplaudir este poema, repleto de tu verso.
ResponderEliminarAbrazos, amigo Noray.
Hola, he llegado a tu blog curioseando en el brogroll de mi amigo Antonio, (La sonrisa de Hiperión) y he de confesarte que este poema que te he leído me ha encantado, además tenemos gustos bastante comunes, yo también escribo poesía y la ilustro confotografías de pinturas. Te sigo desde ya.
ResponderEliminarUn beso y muy feliz fin de semana.
Me encanta el olor a flores de tu poema, perfumado, fresco, celeste y enamorado.
ResponderEliminarEn tu rincón siempre encuentro algo que me envuelve.
Un abrazo,
Clara
Querer es poder ( o eso dicen).
ResponderEliminarNo hay duda de que tus bellas palabras calan hondo y ella las escuchará.
Un abrazo, Noray.
Buen destino, buenos versos.
ResponderEliminarUn abrazo.
Que se cumpla ese
ResponderEliminarexcelente deseo.
Preciosos versos
de amor perfumados
con el frescor
de los lirios.
Un gran abrazo
Un perfecto poema de amor. Abrazos.
ResponderEliminarQue hermoso que romántico. Con este poema cualquier mujer caería rendida . Abrazos poeta.
ResponderEliminarA veces se me antoja tan lejano ese vagón del tren... la vida es difícil, pero tú la llenas con amor y melancolía dulce y preciosa.
ResponderEliminarSaludos.
Ay..... te he leído tantas veces hoy y no me canso. Hoy nos regalas belleza Noray
ResponderEliminarsi lo quieres...lo tienes!!
ResponderEliminarbesos Poeta
PRECIOSO !!, redondo y romántico a Morir
Yo quisiera exactamente lo mismo.
ResponderEliminarUn beso para ti, Noray.
Hola Noray.
ResponderEliminarUn bello poema," Yo sólo quiero recoger contigo /las hojas caducas de los cerezos"; centro todo el significado en esos dos versos... me parecen preciosos y completos, expresando lo más profundo de un sentimiento.
Un abrazo.
Hola, qué bonito, el epicentro de tu corazón, el hipocentro del terremoto tembloroso de la existencia, la atracción del mar y del amor, música pura. Un saludo bloggero
ResponderEliminarTi leggo e ti rileggo
ResponderEliminargiorno dopo giorno..
sono sempre con te.
Magnífico poema lleno de ilusiones, de esperanza, de amor y de vida. Felicidades
ResponderEliminarPrecios, intenso, bello, me faltan palabras
ResponderEliminarSaludos
Hermoso texto...para mirarse en tí y tú en mí...qué bello...
ResponderEliminarY esta va tan lejos que duele: "Yo solo quiero ser un espejo para que tu te mires en mi y yo en ti y bajarte..."
ResponderEliminarSeguro que ella no necesita mas estrella que tus versos.
Desde mi cama en Granada veo las montañas también.
Que casualidad de cuadro!!
Un abrazo