“Soy el que es nadie, el que no fue una espada
en la guerra. Soy eco, olvido, nada.”


JORGE LUIS BORGES

jueves, 4 de marzo de 2010

Decidme dónde nacen los nombres


After Fall, 2002 - VICTOR WANG

Decidme dónde nacen los nombres.
Decidme si es allá,
entre las mortajas del ocaso,
o es en el vuelo en círculos
de las gaviotas sobre la mar en calma
al despuntar el alba.
Decidme si es aquí,
en el sudor frío de este viento
que flagela como un cilicio mi palabra,
o es en el silencio de los labios de la luna
que penetra en mi mirada ácida.
Decidme dónde nacen los nombres.
Decidme si es allá,
en los agujeros de los espejos velados
que afloran en la aciaga noche,
o es en las aristas desnudas
de mi deshabitada memoria.

11 comentarios:

  1. Siempre nacen allá y aquí, donde uno quiere...

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  2. Empiezo a creer que los hombres nacen de la punta de una pluma toda vez que con ella se imprime un verso.
    Precioso poema.
    Cariños!

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  3. Los nombres nacen en el suspiro
    de una boca enamorada.

    Nunca suena tan dulce el nombre
    como cuando así se nombra.


    Cómo me gusta leerte, Noray...aunque lo desconozca.

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  4. Esperaré a que te lo cuenten, y volveré.

    Precioso.

    Un abrazo

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  5. El nombre nace ahí donde descansa el alma, puede ser vuelo, gaviota, viento, mujer.

    Es un placer recorrer sus letras, siempre.


    Un beso va.

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  6. Si supiera como sabe un beso de la luna,
    si sintiera el flagelo del viento en mi cara,
    quizás asi,
    me atrevería a pronunciar tu nombre.

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  7. En los recuerdos de amor, en los recuerdos de vida, de admiración, de entusiasmo...

    Un nombre,no deja de ser un deseo o designio del que te lo impone para siempre....

    Buena reflexión amigo. Besos

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  8. No sabría decirte donde nacen pero si que tu poema es una delicia.un abrazo

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  9. En la espesura de una noche desierta,
    en los labios desconocidos,
    en el horizonte donde reposan los sueños,
    y en el arroyo que llega al río...
    Pero a veces no nacen y se mueren hacia adentro,
    y se destejen de palabras en el olvido.

    Un beso.

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  10. Los nombres deben de nacer de las personas, porque acaban sustituyéndolas.

    Abrazos.

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Inexorablemente, dos somos infinitamente más que uno.