“Soy el que es nadie, el que no fue una espada
en la guerra. Soy eco, olvido, nada.”


JORGE LUIS BORGES

viernes, 20 de junio de 2008

Víspera de la muerte

Agony, 1912 - EGON SCHIELE

Nada sirve,
o casi nada,
y sin embargo
todo
queda aquí, plasmado
y adherido a mi.

Presagio que millones
de parásitos microscópicos
anegan mi alma
y caen en catarata
por mis arterias.

Siento que con cada palabra
que inspiro y espiro
se percibe un gemido,
increpando y retando,
el soplo del viento.

Ya, mi voz,
cansada y doliente,
se encuentra sola,
en la víspera
de la muerte.

Mi cuerpo derrotado
quiere, una vez más,
ponerse en pie
y mirar de frente a todos,
sin espejos ni cristales
que desvirtúen la realidad,
y en el último ademán
de mi último respiro
decir una palabra,
lánguida y desbordante,
sólo adiós.

16 comentarios:

  1. tus palabras sirven, tienes que saber el poder de belleza y consuelo que se sostiene entre tus letras

    si me permites la expresión... una víspera de muerte desbordante

    un abrazo, amigo mío

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  2. Camille

    Gracias infinitas por ser tan fiel en la lectura cotidiana de mi poesía. Es un halago que gente como tú valoren mis versos y contraversos.

    Un abrazo.

    PS: Espero que mañana no llegue la muerte.

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  3. Tus palabras crecen en los muros

    de las almas como trepadoras

    enredaderas salidas del musgo

    condenadas a ser soñadoras

    por ser tuyas,infinitas largas

    austeras hondas perfumadas

    discretas profundas,

    oh noray,las palabras tuyas!

    (perdona si no paso como quisiera

    mi casa está llena de niños,ya sabes...)

    ♥♥♥♥♥♥♥♥♥ besos♥♥♥♥♥♥♥

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  4. Mía

    Es un honor que pases, aunque sea de puntillas. Después de todo, así pasan, de puntillas, las grandes bailarinas.

    Un beso

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  5. Querido Noray!

    Víspera de la muerte...?

    De más está decirte que no importa si tus palabras hablan de amor, deseo, dolor, soledad, silencio, muerte...
    siempre transmiten una sensibilidad indescriptible...
    Provocan suspiros, silencios, pensamientos,admiración...
    siempre dejan algo...
    Por eso uno no se cansa de venir una y otra vez a tu rincón...

    No sé cual es el viaje que emprende tu alma estos días...
    Solo espero que nuevos matices se sumen a la paleta con la que hoy pintás esa inmensa tristeza de tus versos...

    Un abrazo grande!

    p.d.: Schiele!!!

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  6. ¿Sólo adiós?
    Suena triste, demasiado triste.

    Abrazos.

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  7. De cada palabra se espera un suspiro...
    de tu voz cansada..
    de tu cuerpo derrotado..
    de tenerte frente al mundo..
    y en el ultimo susurro..
    presiento que no te irás...
    Un beso

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  8. Tienes una gran inspiración, me dejas alucinada, porque hace unos días que no visito tu blog y ya has publicado montones de poemas, pero me los voy a leer toditos, porque me encantan.

    Esperemos que no nos llegue todavía la víspera de la muerte, que esa víspera tarde en llegar, prefiero mejor la víspera de la ilusión, de la alegría, del verano, del calor.

    Un beso.

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  9. Eso, que no llegue mañana, que tarde mucho en venir, excelente poema.

    Felicidades.

    Saludos.

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  10. Nochestrellada

    Gracias infinitas por tu escelente comentario.

    El viaje es siempre el mismo, es la lucha eterna entre la palabra o la vida y el silencio o la muerte.

    Un beso

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  11. Ybris

    Siempre el adiós implicaun reencuentro.

    Un abrazo

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  12. El secreto del mundo

    Aquí sigo un día más entre la luz y la sombra.

    Un abrazo

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  13. María

    Gracias por regresar a mi noray. Sólo quiero ser yo, sin trampa ni cartón, sin cristales de colores.

    Un beso.

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  14. Torosalvaje

    Gracias por tu fidelidad. Yo también espero que ese mañana tarde mucho en amanecer.

    Un abrazo

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  15. Adiós... tuyo??? nunca , nunca

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  16. Coincido con Camille. Tienes que darte cuenta del gran bien que hacen tus palabras, de lo mucho que logras con ellas.
    Ya no sólo es belleza, sino lo mucho mejoras lo cotidiano, la luz que aportas a la oscuridad de lo diario.
    Así que consuelo de ida y vuelta, espero.
    Un abrazo muy fuerte.

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Inexorablemente, dos somos infinitamente más que uno.